El Ibex retrocede un 0,62% y marca el nivel más bajo en siete meses
La sobredosis de frentes abiertos pasa factura en el mercado. Los índices profundizaron ayer en sus descensos a pesar de que Wall Street abrió al alza. El índice ISM (gestores de compras) del sector servicios inyectó algo de optimismo sobre la economía y amagó con hacer rebotar la Bolsa. A partir de las 16.30 los índices entraron en caída libre, y el Ibex pasó de subir el 0,3% a caer el 0,62%.
'El escenario macroeconómico es de recuperación, pero el mercado no hace caso', comenta Félix González, director de activos de Beta Capital. 'Las empresas no saben cómo van a acabar el año, pues la recuperación de la demanda aún no se ha notado. Además, los escándalos financieros provocan la desconfianza en el sistema y la situación geopolítica es muy complicada', explica. Considera que la prima de riesgo es muy alta y la recuperación de los mercados, difícil.
También está la crisis de América Latina. El real brasileño ha caído por cuarta sesión consecutiva, y la agencia Moody's rebajó de positiva a estable la perspectiva sobre la solvencia del país. En Argentina, mientras, no llega la ayuda del FMI, que cada vez está más desvinculado del gabinete Duhalde y de su política.
'No entra dinero. Está esperando, bien a que los índices bajen un 5% más, bien a que lleguen buenas noticias', explica Alicia Jiménez, de Self Trade. Considera que las valoraciones son, en muchas empresas, atractivas, pero que el mercado no tira porque hay una gran crisis de confianza. Excepto Santander, todos los grandes valores del Ibex están cerca de los mínimos del año.
Especialmente violenta es la caída de Telefónica. La empresa sostuvo ayer el Ibex en la sesión matinal, cuando avanzaba alrededor del 1%. Con la apertura de Wall Street entró en números rojos y cerró un 1,04% a la baja.
Hay otro factor de incertidumbre que aleja el dinero de la renta variable, y es el miedo a los resultados del segundo trimestre. JP Morgan Chase alertó sobre el adelanto intertrimestral de resultados de Intel, y corre el rumor de que Hewlett-Packard rebaje previsión de beneficios.
Además están los principales focos de incertidumbre de las últimas semanas, como son la caída del dólar y la enronitis. El temor a nuevos escándalos financieros pesa mucho, sobre todo en Wall Street. Y ya se sabe que las Bolsas europeas apenas suben sin permiso de Estados Unidos.
La situación de inestabilidad ha provocado que los operadores se fijen cada día más en el análisis técnico. Así, la ruptura momentánea por parte del Ibex del soporte de los 7.600 puntos asustó a más de uno. Asimismo, no falta quien comenta que el Nasdaq se puede ir a la zona de 1.400 puntos, rotos los 1.600. El Standard & Poor's 500, por su parte, está más bajo que en el peor momento de la crisis bursátil posterior al 11 de septiembre.
Los movimientos empresariales siguen el único incentivo para el bolsista de a pie. En la sesión de ayer el mercado se dedicó a castigar a las inmobiliarias por unir sus fuerzas sin que medie ninguna opa. Bami perdió el 4,55%; Metrovacesa, el 8,7%,y Vallehermoso, el 1,76%. Avánzit siguió con su desplome y bajó el 17,6%. Vale sólo 1,03 euros por acción.
Repsol es otra compañía duramente castigada. Tras pasar toda la sesión subiendo un 0,5%, la terminó con una caída del 2,23%. Las restricciones a la exportación de hidrocarburos no afectan, de momento, a las cuentas de YPF. Pero que el Gobierno meta mano en las cuentas de una empresa no suele ser recomendable.
Entre unas cosas y otras, el Ibex se ha colocado en los niveles más bajos de los últimos siete meses. Arrastrado por Telefónica, ha dilapidado gran parte de la fuerte subida registrada tras el mínimo del 24 de septiembre. Baja el 9,27% en el año.