Arenas justifica el rechazo mostrado por Aznar en 1996 a ilegalizar HB
El episodio que mayor malestar causó ayer en los escaños del PP durante el debate previo a la aprobación de la Ley de Partidos fue el recordatorio hecho por el diputado de IU Luis Carlos Rejón de una entrevista concedida por José María Aznar a la revista æpermil;poca en marzo de 1996 en la que calificaba de 'cuestión estéril' la posible ilegalización de Herri Batasuna (ahora Batasuna) y se mostraba partidario de utilizar la vía penal para combatir a la coalición abertzale. El entonces jefe de la oposición añadía en la citada entrevista: 'Hablar de ilegalizar a HB en plena campaña electoral después de 13 años de Gobierno me parece un camino equivocado y falto de credibilidad'.
Javier Arenas justificó las declaraciones realizadas entonces por el hoy presidente del Gobierno. Recordó que en otras entrevistas concedidas en aquella misma época, antes de ganar las elecciones generales, se comprometió a luchar contra el terrorismo a través del perfeccionamiento de 'todos los mecanismos del Estado de Derecho'. Arenas argumentó que las circunstancias de 1996 no son las mismas que las de ahora. 'Entonces el gran referente era el Pacto de Ajuria-Enea y ahora ha sido el Pacto de Lizarra', subrayó.
El dirigente del PP mantuvo, además, que el Gobierno no va a promover la ilegalización de Batasuna 'por intereses electorales ni tácticos, sino movido por la defensa de la libertad'. También criticó la reciente pastoral de los obispos vascos, pues, en su opinión, es inadmisible que en ella se admita la posibilidad 'del diálogo de la palabra con las pistolas'. También recordó a los prelados vascos que la relación entre Batasuna y ETA está ampliamente demostrada a través de la detención de más de 500 militantes de la coalición relacionados presuntamente con la banda terrorista.
El diputado socialista Diego López Garrido reprochó también a los obispos vascos su actitud ante la futura ilegalización de Batasuna. 'Esta democracia ha sido muy generosa con la Iglesia católica, más allá de lo que sería lógico en un Estado laico. No esperábamos esta falta de solidaridad [de la Iglesia]', aseguró.
López Garrido considera que la reforma de la ley de Partidos permitirá la defensa de cualquier idea siempre que se haga por medios pacíficos, 'incluida la independencia de Euskadi, o el acercamiento de presos o la propia República'. Asimismo cree que está garantizada la aplicación de la norma sin efectos retroactivos.
Los más combativos contra esta reforma fueron los diputados del PNV e IU. Josu Erkoreka acusó a los principales partidos, a los que calificó de 'patriotas de la Constitución', de rebasar los límites de la propia Carta Magna. A su juicio, las causas por las que se va a ilegalizar Batasuna carecen de credibilidad porque esta coalición no puede, en estos momentos, alcanzar los objetivos que pretende.
El proyecto de Ley de Partidos pasará ahora al Senado y de la Cámara Alta irá este mismo mes al Boletín Oficial del Estado.