El negocio de las boleras rueda en Zaragoza

La pasión de un emprendedor aragonés por el juego de los bolos le llevó a crear ALF, una empresa que se ha convertido en el único fabricante español de instalaciones para este deporte

Amediados de los años sesenta, el juego de bolos estadounidense únicamente era conocido en España por los soldados americanos destinados en las bases aéreas instaladas en la Península en virtud de los acuerdos con Estados Unidos.

Aunque en la base de Zaragoza existía una excepción. La protagonizada por José Alastuey, un muchacho que supo apreciar en este deporte lo que aportaba de disciplina, sacrificio y control mental. 'El juego de bolos ha marcado toda mi vida', asegura Alastuey.

Desde que inició hace más de 40 años su relación con los americanos para proyectar una modestísima y elemental bolera en las instalaciones de la base aérea, su relación con este deporte se ha ido estrechando con los años.

El afán por contribuir a impulsar un deporte entonces desconocido en España le llevó a estudiar ingeniería. Y, naturalmente, su proyecto fin de carrera consistió en el montaje de una bolera. Este fue el singular origen de ALF, una empresa que actualmente sigue siendo el único fabricante de boleras de España. Creada en 1971 sin apenas más recursos que la afición de su fundador, la firma ocupa actualmente a 29 trabajadores. Pero, lo que es más importante, según su fundador, ha logrado superar con creces el reto de hacer afición, aunque el camino haya sido duro.

Alastuey confiesa orgulloso que 'hace cinco años exportábamos el 80% de nuestra producción a Europa y Latinoamérica y actualmente nuestro mercado principal está en España'. El esfuerzo de este emprendedor ha tenido su premio y las boleras se han convertido en un motor de inversiones y de empleo en España. Las 30 instalaciones existentes, acometidas por otras tantas sociedades de promotores, han supuesto una inversión en torno a 50 millones de euros.

'Esta demanda era impensable hasta hace muy pocos años', señala Alastuey. 'Si no existe afición, las inversiones resultan imposibles. El desembolso medio de un complejo hay que cifrarlo a partir de 1,7 millones de euros, lo que obliga a contar con una afluencia de público considerable para que el negocio sea rentable'.

La mejora del nivel económico español ha sido un factor determinante para impulsar este juego, afirma Alastuey. 'En la práctica, este es un deporte cuya evolución ha discurrido en paralelo con el incremento de la capacidad adquisitiva, que es la que incentiva la aparición de sociedades promotoras y de jugadores'.

Alastuey no logró destacar como jugador y quedó como empresario. A pesar de ello, su efectiva contribución a este deporte ha sido muy superior a la de las grandes estrellas. ALF creó su propio equipo y mantiene campañas de promoción para incrementar la divulgación de este deporte en Aragón. La empresa facturó 2,3 millones en 2001, cifra que prevé elevar a 2,5 millones este año.

Instalación de 16 pistas en Pamplona

 

A pesar de su modestia, ALF se ha comprometido en la instalación de una bolera de 16 pistas en Pamplona. 'Estamos muy ilusionados con este proyecto, porque va a ser el mayor complejo de bolos de España y los promotores han valorado muy positivamente todas las especialidades productivas de la empresa, desde la mecánica a la electrónica'. El complejo, promovido por la sociedad Ficona, supondrá una inversión de 1,8 millones. Además existen otros encargos en Murcia, Irún y Burdeos.

ALF se ha esmerado particularmente en la instalación del Bowling Center Zaragoza, un gran escaparate para crear afición y atraer clientes en la capital aragonesa. La inversión en este complejo ha superado un millón de euros. 'Enseñamos hasta dónde hemos sido capaces de llegar, aunque reconociendo que todavía existe una gran diferencia, tanto en pistas como en maquinaria o electrónica, con los americanos. Allí, la superafición que existe hace posible que el negocio lo lleven multinacionales, mientras nosotros somos una pyme'. Una vez por semana, las instalaciones del Bowling Center Zaragoza abren sus puertas para que los escolares conozcan este deporte.