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Edición

Las obras de consulta se hacen digitales

La novela electrónica no encuentra aceptación entre el gran público, pero empiezan a surgir curiosas experiencias con libros académicos, cómics o guías

Mortadelo y Filemón, el tebeo de Ibáñez, es la obra electrónica más vendida de España vía Internet. Las historietas de estos peculiares agentes secretos en su versión electrónica han logrado 6.300 descargas, 700 de ellas de pago, desde que Ediciones B sacase a la venta los ejemplares en un formato específico para Internet el pasado 14 de febrero. Esta es una de esas experiencias que enciende una luz para aquellos que han hecho una apuesta por el incipiente libro electrónico.

La fe en el nuevo soporte ha sufrido un duro revés esta semana, cuando el Grupo Planeta anunció el cierre de Veintinueve, el proyecto de librería digital más ambicioso de España. 'Como primer grupo editorial de habla hispana tenemos que estar ahí', dijo al anunciar Veintinueve en abril del año pasado José Manuel Lara, consejero delegado de Planeta, que mantenía que con este proyecto, en el que iban a gastar seis millones de euros en los siguientes cinco años, el grupo no buscaba una inversión rentable. Pero, finalmente, la editorial ha cambiado de opinión, pese a que la librería virtual había logrado 25.000 suscriptores y un total de 70.000 descargas, aunque muchas de ellas eran gratuitas (Planeta no aclara qué porcentaje es el de los libros de pago).

'Vamos a continuar digitalizando todos nuestros contenidos, pero esperaremos a que el mercado esté más maduro para volver a intentar llevar el libro electrónico al gran público', comenta el portavoz de la compañía, que asegura que a medio plazo la editorial terminará por relanzar un proyecto digital. 'Las tecnologías están preparadas pero no hay una demanda por parte de los lectores', añade.

La falta de aceptación del libro electrónico tiene múltiples explicaciones, desde lo caro de los soportes de lectura a la lentitud de las líneas telefónicas para las descargas, pero la principal cortapisa es de índole cultural: a la gente le cuesta leer en la pantalla de un ordenador. Los e-Books, que así se denominan, están pensados para ser descargados desde páginas webs y leídos en un ordenador. Veintinueve no permitía la impresión y el libro sólo podía ser consultado en la máquina desde la que se realizó la descargada, lo que hacía que las opciones para la lectura fuesen muy rígidas.

De hecho, hay quien piensa que la novela es un género que difícilmente va a lograr éxito en su formato digital. 'Poca gente va a querer leer una novela en una pantalla, es un cambio de hábitos muy brusco y no ofrece ninguna comodidad frente al papel', opina Miquel Bada, director de marketing de Adobe Systems, compañía que se reparte con Microsoft el mercado de los programas para la lectura de libros electrónicos, aunque difieren en su concepción. Adobe tiene un sistema más flexible que permite hacer varias copias del mismo libro, prestarlo para su uso en otro ordenador durante un tiempo determinado e incluso tiene sistemas que permiten la impresión bajo demanda, pero este es un mercado que de momento se está limitando a ediciones descatalogadas o reimpresiones más pequeñas en las editoriales como una alternativa más económica a la imprenta.

Ediciones B es uno de los clientes de Adobe que ha elegido experimentar con el soporte electrónico pero en ámbitos diferentes. El éxito logrado con Mortadelo y Filemón, que la editorial explica por el carácter visual de los tebeos, está invitando a extender su experiencia a libros de consulta. 'El formato electrónico puede ser útil en libros de referencia o de ensayo. Internet te permite obtener muy buen precio y pagar solamente por los capítulos que te interesan', comenta Nuria Pallarés, directora de Negocios Digitales de Ediciones B.

Esta editorial piensa que el formato digital puede tener un gran éxito en libros de cocina, manuales de aprendizaje y tienen un interesante proyecto para comercializar guías de viaje, que permitiría por ejemplo que un turista comprase desde su portátil las páginas dedicadas a Bangkok en vez tener pagar por toda la guía de Tailandia.

El mundo académico es otro de los que cree que se va a beneficiar a corto plazo del formato digital. La UNED, la mayor editorial de libros universitarios de España, presentó esta semana su tienda Liberuned, en la que ya hay disponibles 100 títulos. 'El libro electrónico es una opción muy interesante para el alumno y un instrumento de trabajo importantísimo para los investigadores', señala Javier San Martín, vicerrector primero de la UNED. Así, sus alumnos se pueden beneficiar de precios muy interesantes en libros que normalmente resultan caros y que en su tienda cuestan entre dos y seis euros. Pero San Juan no desdeña las opciones para la literatura. 'No es una tontería poder llevar en una agenda Los episodios nacionales de Galdós. Su valor es importantísimo'.

Microsoft, por su parte, no cree que el libro electrónico vaya a quedarse relegado al mundo académico o las obras de consulta, sino todo lo contrario. 'Es una cuestión de tiempo. La gente pasa toda su jornada laboral leyendo ante su ordenador. No hay ninguna razón por la que no termine disfrutando de su novela en un tablet PC, por ejemplo, metido en la cama', sostiene Chema Arnedo de Microsoft Ibérica.

La Feria del Libro muestra los nuevos formatos

 

La Feria del Libro de Madrid se ha propuesto en su 61 edición, que se inauguró ayer y estará abierta al público hasta el 16 de junio en el Paseo de Coches del parque de El Retiro, acercar las nuevas tecnologías a todos sus visitantes.

 

 

 

 

 

 

 

La organización ha habilitado un pabellón dedicado al libro y las nuevas tecnologías donde se puede observar cómo funciona un libro electrónico. En este área, se explica desde el proceso de digitalización de contenidos hasta cómo se compra un título virtual vía Internet. Además, los visitantes tienen acceso a ordenadores, agendas de mano y otros nuevos soportes desde los que se puede leer las obras más diversas.

 

 

 

'Queremos que los lectores tengan la oportunidad de conocer y familiarizarse con las nuevas tecnologías', comenta Antonio Albarrán, director de la Feria del Libro de Madrid. 'Por otro lado, también queremos abrir este mundo a los profesionales del libro. Vamos a contar con tertulias literarias y debates para que se discutan y se conozca la situación del libro electrónico'.

 

 

 

La concienciación de los editores y autores es una cuestión importante pues muchos miran con temor a Internet por miedo a la piratería. 'Es mucho más fácil fotocopiar un libro de papel que romper la cadena de encriptación con la que se protege al formato electrónico', señala Bada de Adobe. Pese a todo, existe ese temor y se está restringiendo los derechos para la distribución de las obras vía Internet.

 

 

 

'El futuro es digital y no podemos dar la espalda a esta realidad. Más rápido o más despacio, el libro electrónico va a jugar un papel importante y tenemos que colaborar para que editores, autores y el público se abran a este nuevo concepto', reflexiona Albarrán.

 

 

 

Los cálculos de Microsoft señalan que, en siete años, entre el 10% y el 15% serán libros digitales. Y se espera que este formato ya tenga una presencia representativa en el mercado en dos años.

 

 

 

Pero la feria no sólo cuenta con libros digitales. En el pabellón infantil se han dispuesto ordenadores desde los que se puede acceder a www.sol-e.com, un sistema de orientación a la lectura dirigido a niños y jóvenes creado por la Federación de Gremios de Editores de España para incentivar la lectura.

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