Avánzit suspende pagos con un pasivo de 222 millones y reformula las cuentas
La decisión se ha tomado después de tres meses de negociación con los bancos para refinanciar las deudas y tras reformular, y elevar tanto las pérdidas como la deuda, las cuentas del año pasado a instancias de los auditores.
Avánzit presentará hoy ante el juzgado de primera instancia la solicitud de suspensión de pagos de la empresa matriz y de su filial Telecom, según comunicó ayer la compañía a la CNMV a última hora de la tarde de ayer. Este acuerdo supone excluir del proceso a las dos participadas rentables del grupo, Media y Tecnología, y ha sido asesorado por el despacho de abogados Albiñana y Sánchez de Lezo. El regulador bursátil decidió de inmediato suspender la cotización de Avánzit en Bolsa.
La empresa tecnológica y de posproducción audiovisual llega a esta situación después de una negociación de tres meses con los 42 bancos acreedores, que tenía por objeto refinanciar la deuda a corto de la compañía, unos 236 millones de euros. El acuerdo ha sido imposible debido, sobre todo, a la desconfianza de las entidades financieras sobre la veracidad de las cuentas de Avánzit, una sospecha que han terminado por confirmar los auditores.
Fuentes cercanas a la compañía, sin embargo, aseguran que hoy mismo se volverán a entablar conversaciones con los bancos para sacar a la empresa de la suspensión de pagos. La decisión, añaden, se ha tomado para tratar a todos los acreedores por igual, comerciales y bancarios, y para poner fin a una situación de falta de tesorería que afectaba a la matriz y a la filial Telecom.
Según estas fuentes, el pasivo con el que suspende pagos la cabecera del grupo, Avánzit, es de 180,3 millones de euros. Telecom cuenta con otros 42 millones exigibles. En total, la cifra asciende a unos 222 millones. Esta cantidad es incluso inferior a la deuda contraída con entidades de crédito que consta en el balance de la compañía y que superaba los 300 millones de euros a cierre de 2001, y a la que se unían 166,55 millones de endeudamiento con acreedores comerciales y otros 41 millones por conceptos de diversa índole.
Ante las presiones de los bancos y a instancias de su auditor, Andersen, Avánzit remitió ayer asimismo a la CNMV una reformulación de las cuentas anuales correspondientes al año 2001. Capítulo por capítulo, las nuevas cifras presentan un panorama aún más sombrío para la que fuera una de las estrellas de la Bolsa, poco después de ser vendida por la Corporación Banesto y comprada por el financiero Javier Tallada.
Revisión negativa
En el activo, las existencias han sido revisadas a la baja, al igual que los deudores y la tesorería de la que decía disponer Avánzit. En el pasivo, sólo decrecen las deudas a largo plazo, pero la subida en el endeudamiento a corto lo compensa con creces. Ya en la cuenta de resultados, la facturación baja y la última línea de la tabla, las pérdidas, se dispara un 26,7%, hasta 66,95 millones de euros. La única partida que no varía es el crédito fiscal, que reduce, antes y ahora, 53 millones los números rojos de la compañía.
A pesar de estos precedentes y de una negociación de más de tres meses con los bancos que no ha dado frutos, fuentes cercanas a la compañía confían en la posibilidad de un acuerdo que garantice la supervivencia de Avánzit. ¢Una suspensión de pagos permite hacer cosas que en otras circunstancias son imposibles¢, explican. Estas fuentes tienen esperanzas de que los bancos acepten lo que consideran una ¢solución racional¢, que pasaría por renegociar un nuevo acuerdos con los bancos y proceder a la liquidación de determinados activos.
El problema con las entidades financieras, con todo, seguirá siendo el mismo, y es que existen 42 bancos acreedores. Las conversaciones se mantienen de manera solidaria, así que es necesario el acuerdo unánime de todos, con sus comités de riesgos respectivos, para llegar a un pacto. El SCH, el primer acreedor de Avánzit según fuentes financieras, está liderando los contactos.
La suspensión de pagos pone fin, por el momento, a la carrera de Avánzit por convertirse en un operador integrado de tecnología y audiovisual, con presencia en toda la cadena de valor. Esta concepción llevó a la antigua Radiotrónica a fusionarse con Telson, la productora de Rafael Martín Sanz, el actual presidente, y Adrián de la Joya, en un proyecto que contó con el apoyo de Acciona, que tomó un 22% del capital de la compañía.
Discrepancias con Acciona
Las discrepancias con Acciona, sin embargo, se desataron poco después de su entrada y cristalizaron a principios de año, cuando la constructora anunció su intención de vender su participación y salió del consejo. Fuentes cercanas a Acciona apuntaron entonces a las cuentas como detonantes de este movimiento.
Los principales accionistas de Avánzit son los fundadores de Telson, que cuentan con el 33% de la empresa. Al margen de Rafael Martín Sanz, Adrián de la Joya y Acciona, la tecnológica no cuenta con más socios relevantes, después de que Caja San Fernando diluyera su participación al 2,5%.
Los problemas financieros y entre los accionistas han provocado en los últimos meses el hundimiento de la empresa en Bolsa, que se ha dejado más de tres cuartas partes de su valor por el camino en lo que va de año. Pero también ha tenido su reflejo en los órganos de administración de Avánzit. A las dimisiones de los consejeros de Acciona se han unido las salidas forzadas del ex consejero delegado Agustín Fernández y de Adrián de la Joya. Sus sustitutos eran Pedro Pérez y Carlos Rodulfo, cuyos nombramientos quedaron ayer sin efecto, según lo anunciado a la CNMV. Los nuevos consejeros serán los accionistas Encarnación Martín y José Fernando Martínez.
La suspensión de pagos no es una novedad para Avánzit. Su predecesora, Radiotrónica, estaba en esta situación justo antes de ser vendida a Tallada. En cualquier caso, Avánzit es ya la primera víctima cotizada de la actual crisis de las telecos.