Dos de cada diez empleos se cubren a través de programas de recolocación
Los programas de recolocación en empresas, para cuya denominación se ha generalizado el uso del vocablo inglés outplacement, son un método cada vez más recurrente para acceder a un nuevo puesto de trabajo tras ser despedido. Según el último informe de la Asociación Española de Compañías de Outplacement (AECO), los programas de recolocación eran ya el segundo canal más utilizado para este fin en el año 2000.
El 20% de los candidatos a un nuevo empleo lo consiguió gracias a las consultoras de recolocación. Sólo la red de contactos, que dio resultado al 40,75% de ellos, fue más utilizada como medio para evitar el paro. Por debajo se situaron las compañías de cazatalentos y el envío espontáneo de currículo, entre otros.
Como explica la directora de recursos humanos del portal Infoempleo.com, Belén Basteiro, los motivos que empujan a las empresas a contratar estos servicios se han ampliado en los últimos años. Y si al principio eran utilizados para aquellos empleados que eran prejubilados y todavía deseaban estar en activo, y para aquellos a los que se quería recompensar por sus años de dedicación a la compañía, actualmente el perfil de sus destinatarios se ha ampliado. Sobre todo porque ahora, en la mayoría de los casos, se trata de un plus conseguido en las negociaciones de despido. De hecho, según AECO, en el 11% de los casos fue el trabajador despedido quien propuso esta opción a su empresa.
Jorge Salinas, presidente de AECO, confirma el dulce momento que viven estas consultoras. 'El cierre del ejercicio del año 2001 ha sido espectacular. Como consecuencia fundamentalmente del importante redimensionamiento que han sufrido las empresas del sector tecnológico, y también, desde luego, del mayor protagonismo con que estas empresas están teniendo en los medios de comunicación, lo que proporciona un mejor conocimiento de sus servicios'.
Otras veces, señala Belén Basteiro, 'es el departamento de recursos humanos de la empresa que despide el que asume este trabajo, por lo que envía el currículo y una carta de recomendación a otras empresas para facilitar la búsqueda de un nuevo puesto al tiempo que intenta que no descienda de categoría profesional. Porque el proceso de recolocación no consiste sólo en buscar un empleo para el trabajador que acaba de quedarse en paro, sino que el objetivo es conseguir que dicho empleo se ajuste a su perfil personal y profesional'. Aunque el uso de los servicios de recolocación se extiende a las categorías inferiores de la jerarquía empresarial, todavía son los directivos y los directivos medios los que, con un 36,10% y un 38,96%, respectivamente, más se benefician de los programas de recolocación. La proporción de mandos intermedios, sin embargo, que participa en ellos representa la mitad, el 18,86%. Los máximos ejecutivos sólo representaron el 5,7%.
Uno de los capítulos más sobresalientes del estudio de AECO es el que detalla cuáles son los principales clientes de las consultoras de programas de recolocación. Y es que las compañías de más de 5.000 trabajadores han pasado de representar el 20,3% del total al 7,5%, mientras que las de entre 50 y 250 empleados lo han hecho del 11,3% al 32,5%, y las de menos de 50, del 3,3% al 18,5%. Luego la extensión de estos servicios a compañías más pequeñas también ha propiciado su crecimiento.
En cuanto a los sectores que recurren a estas consultoras, AECO señala que es el industrial el que más los utiliza, de él procedió el 42,25% de las personas recolocadas. Le siguieron servicios, con un 30,5%, y comercio, que supuso el 26,7%. 'A pesar de que el mercado laboral presenta las mayores restricciones de los últimos años, la especialización de las compañías de recolocación está permitiendo que trabajadores que nos son confiados para iniciar estos programas consigan un empleo', apunta Salinas.