La situación de los mercados brasileños intranquiliza a los gestores
Brasil celebrará elecciones en octubre y las encuestas dan por ganador a Lula, que es el candidato que no desean los mercados. Este hecho unido a la debilidad de la situación económica ha provocado el deterioro de los mercados brasileños. La situación se ha acelerado en los dos últimos meses.
Entre abril y mayo el dólar ha pasado a cotizar desde los 2,26 reales hasta los 2,52, lo que implica riesgos importantes para las empresas extranjeras asentadas en el país. La deuda pública ha sido fuertemente penalizada, con una prima que está cerca de los 1.000 básicos y la Bolsa comienza a desfallecer.
La Bolsa de São Paulo es ahora la de peor evolución en Latinoamérica, con una pérdida acumulada en lo que va de año del 6%. En mayo la caída es de casi un 2,5%.
Los gestores nacionales se muestran cada vez más inquietos con el empeoramiento de las expectativas en Brasil, porque se unen a la crisis de Argentina. Los analistas coinciden en sus informes en la apuesta de que una crisis en Brasil significaría la puntilla para la Bolsa española por la gran exposición de las principales compañías del Ibex en la zona.
Es más, hay quien indica que, si la situación se mantiene en el tiempo, el principal índice del mercado español se situaría en niveles de mínimos de 21 de septiembre de 2001.
El grupo Telefónica y los dos grandes bancos nacionales son los que más intereses tienen en la zona, pero, a diferencia de lo que sucede en Argentina, el número de empresas españolas afectadas por la situación en Brasil es mayor. Eléctricas, autopistas y tecnológicas han invertido mucho en los últimos años. Esta situación explica la pérdida de fuerza relativa de la Bolsa española en las últimas semanas respecto a sus homólogas europeas, éstas sin exposición en Latinoamérica.