United Biscuits afirma que no se quedará con la fábrica de Aguilar ni venderá la marca Fontaneda
La decisión de los responsables de United Biscuits de no quedarse con la fábrica de Palencia ni de vender la marca provocó que el presidente del comité de empresa de Fontaneda, Hilario Alvarez, dijera que los trabajadores de la galletera palentina prefierían afrontar un Expediente de Regulación de Empleo antes de aceptar que United Biscuits se lleve la marca Fontaneda de la localidad.
Precisamente, los trabajadores de Fontaneda celebrarán esta noche una asamblea en la que decidirán las medidas de presión que van a llevar a término contra empresa e instituciones, unas medidas que dijeron se van a "recrudecer".
Por otro lado, los trabajadores de Fontaneda en Aguilar de Campoo denunciaron que se están vendiendo bizcochos de Fontaneda que no están elaborados en Aguilar sino que proceden de un fabrica de Italia. La diferencia entre unos y otros, señaló Alvarez, ponía de manifiesto que "son mucho mejores" los que se elaboran en Aguilar.
Sobre este asunto, la empresa argumentó que una de las máquinas de producción estaba rota y que por este motivo los bizcochos se han producido en otra localidad. La empresa, aseguró en un comunicado que "hasta este momento ha cumplido con todos y cada uno de sus compromisos acordados con la representación legal de los trabajadores mediante acta del 24-04-02".
Señala que han dejado transcurrir el plazo para interponer un recurso frente a la resolución de la Dirección General de Trabajo, por la que la citada dirección se declaró incompetente para conocer de la solicitud de Expediente de Regulación de Empleo presentado, y aclara que "no ha presentado una nueva solicitud, dado que todavía permanece abierta la mesa de diálogo".
Por otro lado, la galletera asegura que se ha normalizado la situación productiva de la planta de Aguilar y que han mantenido en todo momento una posición activa de "intento de diálogo y negociación" sobre las causas que han motivado la crisis de la planta. Sin embargo, asegura que los trabajadores se han mostrado "reacios a iniciar un diálogo con la empresa acerca de las causas de la crisis, así como de las posibles soluciones para sus trabajadores".