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Perspectivas

El sistema fiscal frena la recuperación de la economía mexicana

Las expectativas de los economistas sitúan el crecimiento de México en 2002 entre el 1,5% y el 2%. Los analistas restan importancia a las cifras del PIB en el primer trimestre. La economía retrocedió un 0,25% en términos desestacionalizados, comparada con el periodo inmediatamente anterior.

'Lo importante es que la tendencia negativa se ha corregido, ahora sería necesario reabrir el debate fiscal para aumentar la base impositiva y sanear las cuentas públicas', señala Jorge Flores, analista de Caja de Madrid.

La especialista en México de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), Benedicte Larre, resta importancia al dato del PIB y apunta factores que permiten el optimismo: reversión de la tendencia negativa del empleo, reactivación de las exportaciones a EE UU, y fuerte crecimiento de la importación de bienes de consumo, lo que indica el dinamismo de la demanda. El Gobierno ha informado de que las importaciones de bienes de consumo registraron en abril un aumento anual del 25%. Un informe del BBVA constata la 'recuperación del consumo privado', cuyo dinamismo se basa 'en el aumento del empleo y del salario real'.

México y Chile son los únicos países latinoamericanos que gozan del grado de inversión en las grandes calificadoras mundiales, Moody's, Standard & Poor's y Fitch. Las previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) son del 1,7% para este año y del 4,9% para 2003. La Comisión Económica de la ONU para América Latina (Cepal) prevé un alza del PIB del 1,7% en 2002 y del 4,5% el año que viene.

La sombra de EE UU

El retraso en la recuperación se explica por el desempeño económico de EE UU, destino del 90% de las exportaciones mexicanas y origen del 80% de sus importaciones. 'El primer paso de EE UU ha sido deshacerse de los inventarios, lo que repercute en el negocio mexicano', señala Jesús Viejo, analista de Goldman Sachs. Las esperanzas del país se centran en la recuperación del sector manufacturero de EE UU, ya que las maquiladoras o fábricas de ensamblaje son las principales exportadoras. Esta debilidad resta dinamismo al país. Los expertos coinciden en que es prioritario impulsar las reformas estructurales y reabrir el debate fiscal. 'El crecimiento está muy por debajo del verdadero potencial a causa de los escasos progresos en las reformas clave', señala el banco Merrill Lynch.

El Gobierno está en minoría en el Parlamento, controlado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). El deterioro de las relaciones entre ambos ha derivado en la paralización de la reforma de la deficitaria petrolera pública Pemex o en la suspensión del decreto que preveía la entrada de la inversión privada en el sector eléctrico. La debilidad del Gobierno le ha impedido aprobar una reforma fiscal amplia, que, a juicio de los expertos, pasaba por la generalización del IVA, del que una larga serie de productos de consumo siguen exentos. Los ingresos públicos representan el 14% del PIB; sólo Costa Rica y Guatemala están por debajo.

El Ejecutivo ya ha anunciado una reducción presupuestaria equivalente a 1.060 millones de dólares (1.165 millones de euros) para compensar la caída de ingresos. Las repercusiones serán evidentes en el gasto social, necesario en un país en el que el 50% de la población tiene unos ingresos inferiores a los siete dólares diarios.

'Las reformas estructurales permitirían al país crecer al 7%'

 

El coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia de México, Eduardo Sojo, reconoció en una entrevista a Cinco Días que las reformas estructurales 'son la clave para dar aliento al crecimiento'. Sojo es el asesor económico del presidente del Gobierno, Vicente Fox, y en su opinión, las reformas permitirían al país crecer a un ritmo del 5% a partir del año 2003 y llegar a magnitudes del 7% al final de la legislatura.

 

 

 

 

 

 

 

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) constata la persistencia de la debilidad estructural: 'La economía sumergida [que representa el 40% del PIB] coexiste con la economía formal; la región sur del país está marcada por la pobreza; la infraestructura básica, como carreteras y suministro eléctrico, es habitualmente inadecuada, y el competitivo sector productivo exterior contrasta con el deficiente sector doméstico'.

 

 

 

La potenciación del comercio exterior ha sido una apuesta clave de los gobernantes mexicanos. En 1994, México firmó un acuerdo de libre comercio con EE UU que le permitió su integración en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, en sus siglas en inglés) y que ha impulsado la economía. El sector exportador ha crecido desde entonces a un ritmo del 15,4% anual. La participación estadounidense ha dado un salto estratégico, representando ahora el 70% de la inversión extranjera directa.

 

 

 

La relación comercial con Europa comenzó en julio de 2000, con el tratado de libre comercio, que ha permitido un incremento del comercio bilateral del 28,6%. Sojo asegura que 'México es el país de la región que más tratados comerciales ha hecho'. Aún así, el asesor económico de Fox reconoce que la participación del país 'es pequeña en sectores que tienen potencial para constituirse en motores para la economía, como la energía, telecomunicaciones, finanzas, bosques y turismo'. Pero Sojo destaca la 'solidez de las variables macroeconómicas', y en este sentido señala la 'progresiva disminución de los tipos de interés y del riesgo-país'.

 

 

 

El Gobierno asume que la consolidación económica pasa por las reformas, estancadas ante el difícil diálogo con la oposición, pero el experto económico está convencido de que 'las reformas del sector eléctrico y del gas se cerrarán este año'.

 

 

 

La crisis económica que arrastra el país desde hace 18 meses se ha visto amortiguada, según Sojo, por el hecho de que 'los trabajadores no han perdido capacidad adquisitiva'. El Gobierno también ha desarrollado un programa de política social basado en la facilidad de créditos para la compra de vivienda nueva, que este año pasarán de 300.000 a 500.000.

 

 

 

Sobre la infraestructura, los proyectos se enmarcan dentro del Plan Puebla-Panamá, cuyo objetivo es la integración de México con Centroamérica. Los próximos 27 y 28 de junio, Mérida (Yucatán) acogerá una reunión intergubernamental para presentar a los inversores los proyectos de infraestructura.

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