La cúpula del PP especula con la fecha y el alcance de la crisis de Gobierno
Los dirigentes del PP más implicados en los preparativos de las elecciones autonómicas y municipales del año que viene comparten en su mayoría la conveniencia de que los ministros con más posibilidades de ocupar carteles electorales deben mantenerse en el Gobierno el mayor tiempo posible, incluso hasta enero, para aprovechar las ventajas del cargo y promocionarse mejor en sus destinos. De esta opinión participan también algunos presidentes autonómicos del PP, entre ellos el valenciano Eduardo Zaplana.
En la dirección del PP se especula desde hace tiempo con la posibilidad de que el titular de Medio Ambiente, Jaume Matas, compita como candidato a la presidencia del Gobierno balear. Recientemente se ha reabierto el proceso del caso Formentera, relacionado con la presunta compra de votos de emigrantes para afianzar al PP en las islas, pero en el entorno del ministro se confía en que quedará definitivamente enterrado sin mayores consecuencias políticas.
En las últimas semanas también se han disparado en el PP los rumores sobre la firme inclinación del ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, a dejar el Gobierno para presentarse como candidato a la presidencia de la Junta de Castilla y León e, incluso, a la Alcaldía de Burgos, ésta última en manos del PSOE.
Otro de los ministros que se ha incorporado a la lista de posibles cesantes por ponerse públicamente a disposición de su partido ha sido Josep Piqué. En el PP catalán se tiene fundada convicción de que no quiere abandonar el Ministerio de Asuntos Exteriores y mucho menos de comprometerse en la pugna electoral en Cataluña, donde la polarización electoral entre Artur Mas (CiU) y Pasqual Maragall (PSC) apenas si le dejaría hueco para colmar sus aspiraciones políticas, una previsión que no contradicen las encuestas. Cosa bien distinta es que Aznar le termine pidiendo este sacrificio, al que no podría negarse 'porque se lo debe todo en política', mantienen fuentes del PP.
Sin pistas en 'maitines'
El secretario general, Javier Arenas, terció el pasado jueves en la rumorología abierta dentro del PP y de su grupo parlamentario, desvinculando la posible crisis de Gobierno del proceso de elección de candidaturas electorales. Estas últimas se formalizarán a partir de septiembre en los congresos provinciales o en las convenciones previstas por la cúpula popular.
Más allá de las especulaciones, los dirigentes del PP más próximos al Palacio de La Moncloa no perciben todavía clima de crisis de Gobierno. En las reuniones de maitines que los lunes por la mañana celebra Aznar con los dos vicepresidentes, el ministro portavoz, el secretario general del PP y el portavoz del Grupo Parlamentario (asistentes fijos) tampoco se ha percibido señal alguna en esta dirección. Uno de los asistentes a estos encuentros concluye que la lógica lleva a que los cambios se produzcan en septiembre, al inicio del nuevo curso político, e incluso avanzado el otoño, sobre todo si tienen su origen, pese a las afirmaciones de Arenas, en la cobertura de las candidaturas electorales.
El alcance de la crisis también está siendo objeto de controversia dentro del PP y hay quien lo condiciona al resultado de la huelga general convocada para el 20 de junio, que se proyectaría sobre la continuidad o no de Rodrigo Rato en la cartera de Economía.
En la dirección del PP hay quien opina que el presidente debería aprovechar la ocasión para modificar la arquitectura del Gabinete, paso que podría implicar la recuperación de un rango específico para las competencias de Industria y la desaparición como tal del actual Ministerio de Sanidad y Consumo.