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Motor

Coches de hoy y del mañana en Madrid

Una feria en consolidación exhibe grandes clásicos, novedades sofisticadas y prototipos que anticipan tendencias

Madrid no es Detroit ni Ginebra, pero ya empieza a figurar en el calendario europeo de la industria del motor. El Salón Internacional del Automóvil de Madrid se consolida en su cuarta edición como el gran escaparate español, donde brillan los vehículos más avanzados del mercado junto a las máquinas que invitan a imaginar los coches del mañana. No hay crisis que valga. Del tirón de la muestra, abierta hasta el 2 de junio, da fe que nadie haya querido quedarse fuera: exponen sus vehículos 49 marcas de las 53 que operan en España. El atractivo de lo inalcanzable se encuentra en medio de lo popular, porque de vender coches se trata en una feria de indisimulada vocación comercial.

Se confirman tendencias de apariencia contradictoria: vuelven clásicos del gran lujo, mientras en general se apuntan diseños cada vez más atrevidos. El equipamiento tecnológico se sofistica y se hace obligatorio familiarizarse con la telemática, pero abundan los guiños al pasado, lo retro. Para quien se ofrezca a ser deslumbrado, un puñado de marcas ofrecen sus joyas. Sobresale el Arnage, una imponente berlina de 5,4 metros y hasta 457 caballos exhibida por Bentley, la firma de gran lujo propiedad de Volkswagen. En sus versiones T y R cuesta entre 250.000 y 328.000 euros. No es, ni mucho menos, el vehículo más caro de esta marca, cuyo modelo estrella, el Continental Mulliner, puede comprarse -es un decir- por 545.000 euros, la cifra más alta de las publicadas.

Bentley rivaliza en exclusividad con el nombre clásico por excelencia: Rolls Royce. La firma exhibe el Silver Seraph, una berlina de 5,3 metros, 5,4 litros de cilindrada, motor V12, 326 caballos y un precio de 263.000 euros. El Corniche, de 5,4 metros de largo, se presenta como el descapotable más grande del mundo. En la misma línea elitista, Aston Martin muestra el Vantage Vanquish V12, un cupé de poderosas prestaciones capaz de alcanzar los 306 kilómetros por hora.

En una escala más digerible, pero también lujosa y cada vez más compleja en tecnología, pueden visitarse los últimos modelos de BMW y Mercedes. La primera marca sigue reuniendo a muchos curiosos alrededor de su Serie 7, que muestra en sus modelos 735i y 745i, además de una novedosa versión no contaminante propulsada por hidrógeno. Llama también la atención el X5, un veloz todoterreno de 347 caballos y motor de 4,6 litros. En Mercedes, el cupé CLK y la clase E son las novedades del salón, mientras en la parte más alta de su gama brillan el SL 55 AMG, un descapotable de 476 caballos; el CL 500, un estilizado cupé de 5 metros, y el S400 CDI, un poderoso turbodiésel que rinde 250 caballos.

La mítica Ferrari -de la que en otoño se podrán comprar acciones- trae a Madrid el 575 Maranello, un deportivo de 515 caballos y una velocidad punta de 325 kilómetros por hora. Su hermana Maserati luce dos máquinas de competición: el Coupé 4.200 GT y el Spider. Sin salir del grupo Fiat, Lancia trata de volver al segmento más exigente con el Thesis, una berlina de 4,8 metros y motorizaciones de hasta tres litros.

Volkswagen presentó por primera vez en España el Phaeton, el primer vehículo de gran lujo con su marca, una berlina de más de 5 metros, motores de 6 y 12 cilindros, hasta 313 caballos, y un precio que rondará los 100.000 euros. Competirá con el Audi 8 6.0 W12, el más alto de esta marca del mismo grupo, que además luce en Madrid el deportivo RS6, con motor V8 biturbo y 450 caballos. El Seville, un coche de 305 caballos con un innovador sistema magnético de suspensión, es la apuesta de Cadillac en su centenario. Y Lexus, del grupo Toyota, permite conocer en el salón su imponente berlina LS430 y el sorprendente SC430 de techo retráctil, un cupé o un descapotable según se quiera.

El diseño insiste en lo curvo e irrumpe el todocamino

 

Las formas curvas, lo que algunos llaman la feminización del coche, seguirán imperando. Tanto los lanzamientos al mercado como los prototipos exageran lo redondeado en el diseño y confirman que el monovolumen no fue una moda pasajera. Entre los conceptos, el Salsa expuesto por Seat es un compacto que adelanta el que será estilo juvenil de la firma española del grupo VW. El atrevido C Crosser de Citroën podría ser su futuro todocamino. El Koleos de Renault, esotro concepto de todoterreno de propulsión híbrida eléctrica y de gasolina. Aún más viable, el Brera de Alfa Romeo podría inspirar una nueva imagen para la firma italiana. El SCC de Volvo, sin embargo, se centra en experimentar los últimos adelantos en seguridad. Ya en el terreno de lo que se comercializa, Chrysler presume de diseños arriesgados con el Crossfire y el CRDi de la gama PT Cruiser. Entre las tendencias más claras del salón destaca el resurgir del todoterreno, gracias a la línea intermedia de los llamados todocamino o recreacionales. En ese segmento se volcará Volvo, con su XC90, de tracción totalmente electrónica.

 

 

 

Se consolida, en fin, la estrategia de las marcas de abrir sus abanicos: las de lujo tratan de captar clientes de coches pequeños y las generalistas buscan compradores de gama alta. Por eso Mercedes ofrece la Clase A y BMW prepara la Serie 1 (al margen de que posean marcas de coches pequeños como Smart y Mini), mientras que Jaguar hace más accesible a bolsillos más comunes su línea X-Type. Al contrario, las marcas más extendidas sacan nuevos productos destinados al segmento alto, desde el Phaeton de VW al sorprendente Vel Satis de Renault.

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