La separación de bienes se impone entre los matrimonios en empresas familiares
Los analistas recomiendan la separación de bienes a aquellos matrimonios que tengan participación en compañías familiares, para dispersar el riesgo durante las crisis empresariales. æpermil;sta fue una de las conclusiones de las jornadas sobre El futuro de la empresa familiar, celebradas en Bilbao por la caja de ahorros BBK y Cinco Días.
La apertura de las jornadas fue realizada por Juan Antonio González Royuela, subdirector general de BBK y responsable de la red de sucursales para pymes de la principal entidad financiera de Vizcaya. BBK cuenta con una veintena de centros dedicada a ese segmento del mercado, que está integrado en su gran parte por empresas de carácter familiar.
Al encuentro, celebrado en el Palacio Euskalduna de Bilbao, acudió un centenar de personas. Antón Pérez Iriondo, socio de Cuatrecasas, analizó el régimen legal para las compañías familiares. En su intervención, Pérez Iriondo destacó la importancia de los acuerdos o protocolos entre los miembros de una familia que son propietarios de una compañía para salvaguardar el futuro de la misma. Entre esos acuerdos desveló la importancia de las capitulaciones patrimoniales, entre ellas la separación de bienes, muy común en matrimonios que regentan negocios navieros y de construcción. El socio de Cuatrecasas señaló que si no se pacta la separación de bienes, los dos cónyuges están sujetos al régimen de gananciales, y especificó la fórmula primera como la más óptima para sobrellevar posibles crisis económicas en la empresa familiar.
Testamento
En el caso de separación de bienes, los cónyuges deben realizar un testamento como trámite obligatorio para especificar las relaciones de propiedad que se establecen para sus herederos. Pérez Iriondo relató el caso del ex banquero Mario Conde, que en los días previos a su primera entrada en prisión realizó la separación de bienes con su mujer, una inmediatez que ahora no permite el Código Penal para los condenados por una sentencia.
En las jornadas sobre El futuro de la empresa familiar también quedó claro que estas empresas atraviesan por una fase de riesgo en su supervivencia cuando están al mando los miembros de la tercera generación de la familia del fundador de la sociedad, mientras que las dos primeras generaciones se caracterizan por su empuje e innovación, sobre todo la de los promotores iniciales, circunstancias que suelen traducirse en el éxito profesional.
Alberto Gimeno, profesor de Esade, analizó los riesgos que afectan a este tipo de compañías. En la primera parte de las jornadas de BBK y Cinco Días, Gimeno señaló entre estos peligros los casos en los que un empresario de edad avanzada es la base imprescindible para el funcionamiento de la compañía, o aquellos otros en que un grupos de familiares controlen los niveles de dirección sin que exista un órgano de gestión superior a ellos que pueda fiscalizar su labor. Tampoco es buena la falta de promoción de los profesionales no propietarios del negocio, porque tienden a criticar la labor de aquellos que sólo están en el cargo por herencia, según su planteamiento.
En el lado contrario, Gimeno también considera negativa la existencia de un primer ejecutivo de la compañía familiar cuya labor no está controlada y tiene amplias cuotas de poder.
Las recomendaciones del profesor de Esade son las de aumentar la estructura de la compañía en los casos en los que se puedan evitar los riesgos citados. En este sentido, cuanta más compleja es la estructura de la compañía, más bajo es el nivel de riesgo. En las jornadas también se habló de la recomendación del Senado de identificar con una F a las empresas familiares para promover su actividad.