Un secundario con vocación de líder
Tras una meteórica carrera ascendente que le llevó a ser nombrado director general de Microsoft en tan sólo un año y medio, Rick Belluzo renunció a su cargo hace un mes porque no soportaba las alargadas sombras de sus dos jefes, Bill Gates y Steve Ballmer
En las mismas fechas en las que Bill Gates, presidente de Microsoft, se está enfrentando a los fiscales de los nueve Estados que reclaman la puesta en marcha de las más duras medidas contra la compañía que preside, ha pasado de puntillas por la actualidad la dimisión del número tres de la compañía, Rick Belluzzo. A este ejecutivo de 48 años, que pasó más de 23 en cargos de alta responsabilidad en Hewlett-Packard y fue consejero delegado de Silicon Graphics, se le agotó la paciencia el 4 de abril, tras llevar apenas año y medio como director general de Microsoft.
Anunció su dimisión por las diferencias con Steve Ballmer, consejero delegado del gigante informático, número dos, mano derecha de Gates y el hombre que convenció al propio Beluzzo para fichar por Microsoft. Esta decisión inesperada ha venido a engordar aún más la leyenda negra sobre la incapacidad de ambos directivos para delegar en terceras personas y formar un equipo de ejecutivos, acuñada en la frase de un antiguo empleado de la compañía: 'æpermil;ste ha sido siempre el espectáculo de Bill y Steve, y todavía sigue siéndolo'. Esta sentencia viene a darle la razón también a Robert Herbold, antiguo número tres de Microsoft, que abandonó su puesto a principios de 2001. Herbold arremetió contra los métodos empresariales de la compañía en un artículo publicado recientemente en el Harvard Business Review. Mostraba su desconcierto por la ausencia de procesos de negociación tradicional en Microsoft 'al tomarse decisiones de gran calado en una sola reunión de un consejo de administración carente de estructura'.
Aunque Belluzzo continuará en la empresa hasta septiembre, ya ha dejado entrever que va a emprender un nuevo proyecto empresarial que estará ligado al sector informático, el terreno donde se ha manejado siempre como pez en el agua y en el que nunca había sufrido un revés hasta ahora. De hecho, su salida de Microsoft no encaja demasiado bien con el apodo con el que se le conocía en Hewlett Packard, Rick Rocket (Rick el Cohete, por su desmedida ambición y capacidad para escalar puestos en tiempo récord), ni con sus éxitos empresariales en la misma. Un año después de aterrizar en la compañía fue promocionado rápidamente y se le nombró responsable de las áreas de desarrollo de negocios, operaciones financieras, marketing y ventas. En total tenía a su cargo a más de 25.000 empleados, más de la mitad de la plantilla, y fue el verdadero impulsor de la expansión del portal de servicios MSN.
Belluzzo gastó una gran parte de sus fuerzas en cambiar las directrices de Microsoft para crecer en Internet: buscar lo que el usuario deseaba y comunicarle con los demás. Desde que llegó, MSN no dejó de crecer y desbancó a Yahoo, su mayor competidor, como el portal más visitado en Estados Unidos. Hotmail, el servidor que aloja las cuentas gratuitas de correo electrónico de MSN, cerró 2001 con la cifra récord de 100 millones de cuentas abiertas, mientras que en el servicio Messenger, que ofrece al usuario la posibilidad de contactar en tiempo real con otros usuarios de MSN, había registrados en la misma fecha más de 30 millones de clientes.
Las razones que provocaron su dimisión no están nada claras ni siquiera para los sesudos analistas del sector, que no habían previsto ningún movimiento a corto plazo. Algunos apuntan al descontento de Gates y Ballmer por la 'incapacidad' de Belluzzo para mejorar la expansión de Microsoft hacia nuevos mercados, como la telefonía o los equipos de televisión; mientras que otros señalan a los escasos réditos que obtuvieron las grandes inversiones realizadas en I+D. Lo que sí queda descartado son las razones de carácter económico, ya que apenas unos días después de la marcha de Beluzzo, la compañía ofreció buenos resultados correspondientes al primer trimestre de 2002, con un crecimiento de un 12% en el beneficio (3.425 millones de euros) y un incremento de un 13% en la facturación (9.062 millones de euros).
¿Qué futuro le espera a Beluzzo? En una reciente entrevista concedida a un diario norteamericano, confirmó que quería liderar una nueva compañía, pero que prefería no pensar en ello hasta que acabara en septiembre su periodo de transición en Microsoft. Por encima de todo quiere salir sin hacer mucho ruido y dejando clara su admiración por Bill Gates: 'No sé de dónde saca el tiempo para hacer tantas cosas a lo largo del día, es una persona muy brillante, siempre tiene algo que añadir o que desarrollar', y por Steve Ballmer, 'una persona con una memoria fotográfica'.
Halagos aparte, Belluzzo también es consciente de que su trabajo ha sido fundamental en el devenir de Microsoft: 'Principalmente destacaría que aporté mucha claridad a la estrategia financiera de la compañía en Internet', diversificada en muchas inversiones y con escasa presencia en el mercado. Un ejemplo es MSN, que empezó de cero y ahora lo visitan más de 240 millones de usuarios al mes. La otra aportación se refiere a su contribución para estrechar la distancia entre empresa y usuarios.