El parque Juan Carlos I de Madrid utilizará agua reciclada para el riego
El parque Juan Carlos I de Madrid ha puesto en marcha un plan para aprovechar los recursos hídricos y regar con agua reciclada las casi 180 hectáreas de superficie total (incluidos un lago y una ría de tres kilómetros). Para ello, ultima sendos acuerdos con la depuradora de Valdebebas (próxima a Barajas) y con el Canal de Isabel II. Este proyecto supondrá una importante reducción en el coste actual del agua para el parque, que supone unos 300.000 euros al año.
Con una superficie total de 180 hectáreas (el doble que el parque de El Retiro), un lago de 35.000 metros cúbicos y una ría artificial de tres kilómetros, el parque Juan Carlos I de Madrid necesita, para riego e instalaciones, unos 3.500 metros cúbicos de agua en los meses de verano y unos 1.500 durante el invierno. Tales necesidades hídricas han impulsado a la dirección del parque a poner en marcha un plan para utilizar agua reciclada tanto en los jardines como en el lago y la ría. Esto permitirá reducir notablemente los gastos de agua, que actualmente ascienden a 300.000 euros anuales.
Actualmente, el parque madrileño, gestionado por la empresa municipal Campo de las Naciones, utiliza principalmente el agua potable del Canal de Isabel II.
El objetivo es que en el plazo de un año todo el riego se realice con agua reciclada, según explica la directora del parque, María Jesús García-Alarilla. Para ello se está negociando con la depuradora de Valdebebas (perteneciente al Ayuntamiento de Madrid y ubicada cerca de Barajas) para utilizar el agua reciclada que ésta produce en las instalaciones del Juan Carlos I.
Esto supondrá la construcción de una canalización específica desde Valdebebas hasta el Campo de las Naciones, así como un depósito con capacidad para 10.000 metros cúbicos de agua.
Al mismo tiempo, los responsables del parque también han iniciado negociaciones con el Canal de Isabel II para utilizar el agua reciclada para riego que ésta comercializa a un precio muy inferior al del agua potable.
En todo caso, las fuentes, los sanitarios y otras dependencias a las que tiene acceso el usuario continuarán empleando el agua potable del Canal. 'El objetivo es aprovechar lo mejor posible todos los recursos hídricos, ya que el agua es un bien escaso y caro', señala García-Alarilla. De hecho, el Juan Carlos I tiene actualmente en marcha una serie de bombas de oxigenación que se emplean para mejorar la calidad del agua, optimizar su consumo e impedir que se produzcan algas tanto en el lago como en la ría.
El parque cuenta también con una serie de pozos propios que, de momento, no se utilizan porque el agua es muy alcalina y tiene un alto contenido de sodio. No obstante, existe un plan para purificar también estas aguas y hacer que sean aptas para el riego. En todo caso, la Confederación Hidrográfica del Tajo aconsejó en su momento no utilizar estos pozos y reservar sus recursos para situaciones de emergencia.