Vodafone rebaja sus previsiones económicas en Alemania e Italia
Vodafone dio ayer una muestra más del mal momento que vive el sector de las telecomunicaciones. El líder mundial de telefonía móvil ha rebajado las previsiones de ingresos y beneficios de sus más importantes filiales, la alemana y la italiana, por el retraso en la introducción de las nuevas tecnologías y, sobre todo, de la nueva telefonía móvil UMTS. La noticia cayó como un jarro de agua fría en unos inversores más que desencantados y llevó a las acciones de Vodafone a marcar su mínimo de cuatro años durante la sesión.
Vodafone tomó el control de la alemana D2 y la italiana Omnitel como parte de la opa de 183.000 millones de euros lanzada sobre Mannesmann en 2000. Y ayer redujo las previsiones anunciadas para ellas en julio. Estas dos compañías, que suponen el 35% de los ingresos de Vodafone, facturarán 13.300 millones de euros en el año fiscal que se cierra en marzo de 2003, un 6,4% menos de lo previsto. El Ebitda (flujo de caja operativo) será un 8,4% menor al estimado, hasta 4.160 millones de euros.
Los recortes son mayores cuanto más se avanza en el tiempo. Así, el Ebitda para 2004 se ha rebajado un 15%, a 4.470 millones de euros, y el de 2005, un 16%, hasta 5.290 millones. Las ventas, por su parte, crecerán un 6,9% menos de lo estimado en 2004, hasta 14.940 millones, y para 2005 el recorte ha sido del 5,3%, a 16.830 millones.
'Los números han sido revisados para tomar en cuenta los acontecimientos que han sucedido en los últimos 12 meses, como el retraso del calendario para el lanzamiento de nuevos productos y servicios', explicó a Bloomberg una portavoz de la compañía.
El mercado, sin embargo, está cansado de esperar. Con una tasa de penetración de la telefonía móvil cercana al 70% en Europa occidental, los inversores esperan como agua de mayo la llegada de las nuevas tecnologías de telefonía celular que permitan aumentar los ingresos de los usuarios, aunque el crecimiento de clientes se haya estancado.