Las provisiones lastran el resultado del holandés ABN-Amro
El segundo grupo financiero holandés, ABN-Amro, anunció ayer una caída del beneficio del 12%, provocada, sobre todo, por el crecimiento de las dotaciones para insolvencias, que totalizaron 390 millones de euros en el trimestre. Si se incluye una carga extraordinaria de 205 millones por la reestructuración de las actividades en EE UU, el resultado cayó un 41,9%.
Estas provisiones son un 46% mayores que las acumuladas en el mismo periodo del ejercicio pasado. Y aún así, numerosos analistas en Amsterdam coincidieron ayer en afirmar que estas provisiones todavía se quedan cortas con respecto a las que debería dotar la entidad bancaria.
Por ello, los expertos prevén más provisiones a lo largo del presente ejercicio. El año pasado, el banco holandés provisionó 1.400 millones de euros. En febrero, el banco vaticinó que estas dotaciones serían 'ligeramente superiores'.
La división de banca de inversión y corporativa cosechó los peores resultados del grupo, con pérdidas netas de 118 millones de euros frente a los 34 millones ganados un año antes. La unidad se vio arrastrada por menores beneficios, provisiones más altas y mayores costes.
El presidente de ABN-Amro, Rijkman Groenink, no se atrevió a augurar mejores resultados para los próximos meses, ya que la situación de la economía continúa 'desequilibrada e imprevisible', señaló. Lo que sí dijeron los directivos de ABN es que las provisiones podrían incrementarse a lo largo del año.