Abelló y otros socios de Sacyr compran el 15% de la constructora
Juan Abelló y otros socios de referencia de Sacyr, la séptima constructora del país por ventas, como el presidente, José Manuel Loureda, o el vicepresidente, Luis del Rivero, han adquirido cerca de un 15% adicional del capital de la constructora. Este paquete accionarial pertenecía a otro de los fundadores y ejecutivos del grupo, Félix Riezu, que ha abandonado la empresa por razones personales.
Las acciones de este ex socio se han repartido de forma proporcional entre los grandes accionistas de la constructora, por lo que la relación de fuerzas entre ellos no ha cambiado, según informan distintas fuentes solventes del sector. Otro de los accionistas que ha incrementado su participación es Manuel Manrique, responsable directo de la principal línea de negocio del grupo, la construcción.
El presidente, José Manuel Loureda, sigue siendo el primer accionista, ahora con cerca del 19% del capital; Del Rivero es el segundo, con una cifra en torno al 17%, y Juan Abelló es el tercero, con algo más del 15%. Estos dos últimos ocupan las dos vicepresidencias del consejo de administración de Sacyr.
El precio al que se ha transferido el paquete se aproxima al que pagó Abelló el pasado otoño, cuando irrumpió en el accionariado de la constructora más rentable del país. En ese momento, el 100% de la empresa se tasó en 901 millones de euros (150.000 millones de pesetas). El financiero desembolsó 125 millones de euros (20.800 millones de pesetas) por un paquete del 14%.
Estos cambios accionariales se producen tras fracasar las negociaciones que mantuvo con Dragados en busca de una fusión. Discrepancias sobre el precio y el reparto del poder en la empresa resultante abortaron esos contactos.
A partir de ese momento, la constructora más rentable del sector decidió abrir una nueva etapa.
Uno de los ejes de su estrategia es la diversificación hacia otros negocios, como el transporte. Previamente, ha reforzado su estructura de dirección contratando por primera vez ejecutivos de prestigio en el mercado.
La primera operación de gran calado ajena a sus negocios típicos es la privatización de la naviera Trasmediterránea. La empresa que preside José Manuel Loureda ha presentado oferta a esta puja (hay 10 propuestas) junto al grupo logístico Bergé, al que podrían haberse sumado Ibersuizas y varias entidades financieras.
Sacyr también está jugando un papel significativo en la pugna que mantienen Aurea y Acesa por hacerse con el control de Iberpistas. La constructora madrileña controla el 8,6% de la concesionaria, un paquete que puede dar la llave del control a uno u otro contendiente. Todo parece indicar, sin embargo, que Sacyr se ha sumado al pacto entre Aurea y las familias fundadoras de Iberpistas.
Sacyr cerró el ejercicio 2001 con un beneficio neto de 101,5 millones de euros, un 10% más respecto al ejercicio precedente. La cifra de negocio repuntó el 27%, hasta alcanzar 1.159 millones de euros.