Schröder promete continuidad en la presentación de su programa electoral
El programa electoral presentado hoy por Schröder lleva el título, algo anodino, de "Renovación y Cohesión- nosotros en Alemania" y en sus 153 páginas apenas hay promesas económicas, salvo en el apartado de educación, con el argumento de que una de las principales metas debe ser la consolidación presupuestaria.
Los últimos cuatro años han merecido la pena, el país se ha vuelto económicamente más robusto, moderno, justo y abierto al mundo. Partiendo de esta tesis, formulada en el preámbulo del programa, todo lo demás es seguir adelante por el camino emprendido.
Así, más o menos, vino a resumir Schröder la filosofía de su programa de "continuidad" durante su presentación ante la prensa.
Se trata de seguir en el proceso de modernización sin olvidar la cohesión social, explicó Schröder para, acto seguido, criticar la línea mantenida por la oposición que, dijo, "presenta recetas de anteayer con figuras de ayer".
"No haremos una campaña polarizadora. Lo que presentamos es un programa de centro, que pretende hacer del SPD un partido sin el que no sea posible gobernar", añadió.
Todavía el pasado lunes, tras el vapuleo sufrido por el SPD en las regionales de Sajonia-Anhalt, Schröder había anunciado que daría a la campaña un tono personalizado, marcando claramente las diferencias entre él y su rival conservador, Edmund Stoiber.
El objetivo de máxima prioridad del programa socialdemócrata es una vez más la lucha contra el paro, pero a diferencia que en la anterior campaña y ante las críticas de haber roto su principal promesa electoral, esta vez Schröder ha evitado dar cifras concretas.
Tras su victoria electoral en 1998, Schröder no sólo había prometido reducir el paro a 3,5 millones sino que había asegurado que el éxito de su gobierno debía medirse por el cumplimiento de este objetivo.
Las últimas cifras, en cambio, hablan de casi cuatro millones de parados en este año.
Ante esta situación, el SPD ha optado por centrar el programa electoral en las recetas que deben aplicarse para mejorar el mercado laboral.
Entre éstas figura el fomento de la pequeña y mediana empresa, el principal sostén de la economía y que en la actual legislatura se ha visto en desventaja respecto a la gran industria en lo que respecta a la reducción de la presión fiscal.
Para incentivar a las pymes, Schröder propone la creación de un banco estatal de crédito, una de las pocas novedades del programa electoral.
Además propone la unificación del subsidio del desempleo y de la ayuda social, y una reducción de las horas extraordinarias -ésta última una de las principales reivindicaciones del ala sindical del SPD.
Otro de los capítulos que ofrece propuestas concretas es el que se refiere a la mejora de la situación de las familias.
En él se anuncia un programa de un total de 4.000 millones de euros para el fomento de las guarderías y escuelas a tiempo completo, uno de los problemas que más acucian a las familias alemanas.
En Alemania, la mayoría de los centros educativos sólo funcionan por la mañana, lo que es un obstáculo para las parejas que trabajan.
En su capítulo de política europea e internacional el SPD apuesta porque Alemania siga desarrollando su nuevo papel como actor que asume responsabilidades en el escenario internacional, inclusive la participación militar en las zonas de conflicto.
No obstante, recalca su espíritu pacifista al dar especial importancia a la política de prevención de conflictos, a la ayuda al desarrollo como mejor instrumento para evitar las crisis y al reforzamiento de las Naciones Unidas como principal actor.
En política europea, el SPD se mantiene fiel a las recetas clásicas de seguir impulsando la integración de la Unión Europea, ahora bien, teniendo en cuenta los "bien fundados intereses alemanes".
El programa recoge además la propuesta de Schröder como canciller de imponer periodos de transición de siete años, aunque con fórmulas de flexibilidad, a la hora de abrir el mercado laboral a los futuros miembros de la UE.