El reino de la monastrell
El clima extremo de Jumilla obliga a la variedad autóctona monastrell a dar lo mejor de sí misma. Y sus tintos, emblemáticos y de gran personalidad, lo demuestran
La Denominación de Origen Jumilla abarca una región agreste, donde las viñas roban espacio en una altiplanicie rodeada de montañas, siendo las verdaderas reinas. Ya tiempo atrás lo eran, en especial la cepa de Monastrell, que encuentra aquí el perfecto hábitat para su desarrollo. El suelo cretáceo, el duro clima (con temperaturas que ascienden hasta los 41 grados en verano y roza en invierno los cinco grados bajo cero) y las escasas precipitaciones propician un terreno especialmente apto para la consecución de frutos plenos en aromas y sabor.
Ocupando una amplia comarca en el norte de la región de Murcia y parte de la provincia de Albacete, la zona agrupa en su seno casi 40 bodegas y más de 4.000 viticultores, la mayoría en la villa de Jumilla, a los pies de un castillo legendario del siglo XV.
Durante muchos años el vino de Jumilla vio su proyección mermada por la propia dinámica del mercado, que demandaba sus caldos para mezclar, dar color y potenciar a otros vinos. Hoy, la revolución registrada en todo el país y el vuelco hacia el vino de calidad ha calado en la sociedad vinícola de Jumilla que ha reconducido su filosofía hacia la producción de vino de alta calidad basándose principalmente en las cualidades propias de su uva autóctona, la monastrell.
Esta variedad se adapta perfectamente a las duras condiciones de esta región, dando vinos de alta graduación, carnosos y de un color intenso, permitiendo incluso elaborar elegantes monovarietales. La Monastrell se ve complementada con frecuencia mediante el ensamblaje con proporciones menores de otras variedades como garnacha, cencibel, tempranillo, cabernet sauvignon, merlot o syrah. Las variedades francesas, también aceptadas por el consejo regulador, están sorprendiendo no sólo como complemento para la monastrell, sino incluso como cepas exclusivas para la elaboración de vinos innovadores dentro de la denominación.
Para vinos blancos Jumilla utiliza las variedades pedro ximénez, malvasía y moscatel, de menor relevancia en el mercado nacional e internacional.
La comarca abarca más de 42.000 hectáreas de viñedo, siendo la tercera extensión más grande del mundo de uvas tintas, tras Burdeos y Rioja.
El carácter de los vinos de Jumilla está determinado por su terruño, por esa mágica combinación de variedad de uva, composición del suelo, orientación y podado de las cepas y climatología que hace realidad el sueño de decenas de bodegas. Así, los vinos de esta zona han vencido su reputación de poco finos y propensos a la oxidación, y han pasado a considerarse como excelentes, tanto jóvenes como con crianza. Para ello los viticultores han adelantado la fecha de la vendimia -a finales de agosto en vez de a mediados de septiembre-, lo que proporciona una menor maduración a la monastrell, sin perder su color y sus aromas típicos.
Los vinos seleccionados dentro de esta denominación simbolizan el buen hacer, tanto de bodegas nuevas como puede ser Casa de la Viña, como de aquellas que han sabido reconvertir sus modos de elaboración, como Bodegas 1890 o Finca Luzón.
Los tres elaboradores son una muestra real de lo que hoy en día puede ofrecer Jumilla, tanto en vinos de cosechero como en vinos de crianza con medias o largas estancias en barricas del mejor roble, francés o americano. Una buena muestra de la renovación de esta zona vitivinícola.
Casa de la Ermita. Tinto. Cosecha 2000
Casa de la Ermita es una de las bodegas más jóvenes de Jumilla, construida al estilo de un château en la ladera norte de la Sierra de El Carche. Este tinto ha realizado una crianza de 10 meses posterior a una larga maceración de 12 días. Así, se obtiene un vino de precioso color rojo cereza picota madura con ribete granate intenso. En nariz muestra una buena intensidad aromática donde destacan recuerdos de maderas nobles, notas de fruta en confituras y un suave fondo de cacao torrefacto y algarroba. En boca se muestra potente, concentrado y maduro, con taninos nobles, varietales y con expresión. Maridará con platos tradicionales como el gazpacho manchego o con hígado de cordero encebollado.
Bodega: Casa de la Ermita. Crianza: 10 meses en roble americano y francés. Variedades: tempranillo, monastrell y cabernet sauvignon. Cosecha: 2000 -muy buena-. Temperatura: 17º C. Precio: 4,80 euros.
Mayoral Syrah 2001 Tinto. Cosecha 2001.
Su propio nombre indica la fecha de fundación. Bodegas 1890 ha consolidado, generación tras generación, los vinos de Jumilla, actualizando sus instalaciones para no defraudar. Encontraremos así un tinto elaborado con la noble variedad syrah, con precioso e intenso color rojo mora madura con ribete violáceo, casi opaco. En la fase olfativa predominan complejas notas de frutas rojas cerezas y con toques especiados, más tarde ecos balsámicos y de monte bajo y matorral mediterráneo. En boca se muestra carnoso, sabroso y bien definido. Ejemplo palpable de la perfecta adaptación de la syrah en Jumilla. Acompañar con unas mollejas de cordero al ajillo o un consistente osobuco estofado con verduras.
Bodega: Bodegas 1890. Crianza: Cuatro meses en barricas de roble americano y francés. Variedades: syrah. Cosecha: 2001 -sin otorgar la calificación-. Temperatura de servicio: 16-17º C. Precio: 3,28 euros.
Altos de Luzón Tinto. Cosecha 2000
Finca Luzón nace en 1916 de la unión de varias familias de marcada tradición vitivinícola en la zona de Jumilla. Para la consecución de su tinto Altos de Luzón la bodega realiza una rigurosa selección de la uva monastrell en la Finca Montesinos, un viñedo con más de 50 años de edad. Encontramos así un tinto color granate picota muy intenso. En nariz presenta buena intensidad, con complejos aromas a fruta madura y notas minerales. En boca es sabroso, frutal y con buena acidez. Los taninos están magníficamente integrados y la persistencia final es notable. Un vino muy adecuado para disfrutar con carnes rojas a la parrilla o clásicos asados de cordero lechal o cochinillo.
Bodega: Finca Luzón . Crianza: 10 meses en roble nuevo francés y americano. Variedades: monastrell. Cosecha: 2000 -muy buena-. Temperatura de servicio: 16-17º C . Precio en bodega: 12 euros.