Bouygues Télécom será candidato a una licencia de telefonía UMTS
Bouygues presentará su demanda de candidatura el próximo 16 de mayo, día en que finaliza el plazo para hacerlo, y la Autoridad de Regulación de las Telecomunicaciones (ART) deberá emitir un dictamen sobre su aceptación o no el 30 de septiembre como muy tarde, con lo que si se le atribuye, Bouygues Télécom tendría su licencia a finales de noviembre.
La decisión de la operadora va en el sentido contrario de la que tomó en enero de 2001 de no concurrir a una licencia, y la razón de ese cambio es que el Gobierno francés ha modificado entre tanto las condiciones de atribución.
En efecto, el Ejecutivo fijó en agosto de 2000, en pleno periodo de exuberancia de las telecomunicaciones, un precio de 4.950 millones de euros por cada licencia, pero ante el bajón del sector decidió reducirlo a 619 millones de euros, más un canon del uno por ciento de los ingresos.
Además, el periodo de duración de la licencia, que en principio era de 15 años, se amplió a 20.
Incluso con estas últimas condiciones, el presidente de Bouygues, Martin Bouygues, se había mostrado inicialmente prudente al señalar que "aun rebajada a 619 millones de euros, una licencia UMTS representa mucho, mucho dinero".
Pero la compañía, presente en la construcción, la comunicación (es el principal accionista del canal de televisión TF1) y que ya explota una de las tres licencias de telefonía móvil GSM en Francia, aseguró hoy que tiene los medios para afrontar este desafío.
"La necesidad de financiación complementaria de Bouygues Télécom teniendo en cuenta estas condiciones se limitará a 800 millones de euros y será enteramente asegurada por sus accionistas con un aumento de capital", por lo que no necesitará nuevos créditos, indicó en el comunicado.
En concreto, emitirá obligaciones con vencimiento en siete años por valor de 750 millones de euros cifra que podrá aumentar hasta 1.000 millones de euros "según las demandas de los inversores".
El grupo francés Suez y el español Telefónica también se habían aliado inicialmente con vistas a presentar su candidatura conjunta a una licencia UMTS en Francia, pero renunciaron por el elevado precio inicial y no reanudaron su alianza cuando el Gobierno de París lo bajó.