Ruptura de la tiranía del consenso en la UE
La divergencia es la savia de la democracia. Y precisamente gran parte del denostado déficit democrático de la UE puede achacarse al empecinamiento en alcanzar consensos, incluso cuando esos consensos oficiales sólo sirven para recubrir profundas divisiones. Así que fue estimulante, en este sentido, que Bélgica rompiera el molde este fin de semana, durante el Ecofin celebrado para elegir el próximo vicepresidente del BCE (...).