La Casa Blanca admite que se reunió con los opositores a Chávez
La Casa Blanca reconoció ayer que se reunió recientemente con opositores al presidente venezolano, Hugo Chávez, aunque rechazó categóricamente que alentase el golpe de Estado que tuvo lugar la semana pasada.
No obstante, queda claro que las autoridades estadounidenses conocían que se estaba preparando un golpe de Estado contra el presidente Chávez y que decidieron, cuando menos, no frenarlo. 'Nuestro mensaje ha sido consistente. La situación política en Venezuela la tienen que resolver los venezolanos de manera pacífica, democrática y constitucional y les dijimos explícitamente a los dirigentes opositores que EE UU no apoyaría un golpe', afirmó ayer el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
La calma fue la característica ayer en Venezuela. Los mensajes conciliatorios de Chávez han sido bien recibidos por la comunidad internacional. EE UU valoró positivamente la llamada a la reflexión del mandatario venezolano, pero reiteró que 'la legitimidad no es algo que se base solamente en votos', e instó al Gobierno de Caracas a 'promover la reconciliación nacional y el genuino diálogo democrático'.
La UE exigió a través del secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Ramón de Miguel, que Chávez reflexione y rectifique su discurso beligerante. El presidente del Gobierno, José María Aznar, expresó su confianza en que el pueblo venezolano sabrá 'mantener y fortalecer' sus instituciones democráticas.
Tras el golpe de Estado, Chávez ha regresado al poder con ánimos conciliatorios. El mandatario ha pedido perdón públicamente a los gerentes de la compañía estatal Petróleos de Venezuela, SA (Pdvsa) a los que despidió hace semanas en su programa televisivo Aló Presidente. El dirigente anunció que los despidos serán revisados y que la cúpula de la compañía se reconstruirá mediante el diálogo con los empleados. El conflicto con Pdvsa fue el detonante final de las manifestaciones y huelgas que la semana pasada provocaron al menos 34 muertos y más de 330 heridos y le costaron la presidencia a Chávez durante unas horas.
Presidio de 12 a 24 años
El ex presidente de la patronal Fedecámaras, Pedro Carmona, fue liberado en la madrugada de ayer y permanece en su casa bajo arresto domiciliario, a la espera del juicio por delito de rebelión.
Carmona aceptó el viernes pasado la presidencia interina del país tras los incidentes violentos que forzaron la caída de Chávez. La premura del dirigente empresarial en borrar a golpe de decreto todo el legado de la era Chávez y su decisión de suspender todos los poderes del Estado le hizo perder el apoyo de los militares. Carmona terminó su efímero mandato en las dependencias de la Disip, la policía política. Los cargos contra el empresario están penados con 12 a 24 años de prisión, aunque Chávez ya se ha mostrado partidario de indultarle, 'porque fue utilizado'.
La crisis golpea al sector hotelero en Venezuela
Los disturbios de la semana pasada provocaron daños por más de 500 millones de dólares (568 millones de euros) y están repercutiendo en el sector hotelero. La ocupación ha caído entre un 5% y un 10% y las empresas de viajes informan de una disminución del negocio de entre el 65% y el 70%.
Las cadenas españolas Sol Meliá y Hesperia también verán afectada su cuenta de resultados. El 25% de los clientes del grupo Hesperia en Venezuela son españoles. Dadas las recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores de no viajar al país, la compañía prevé perder muchos turistas en las próximas semanas.
Sol Meliá confía en contrarrestar las pérdidas que sufre en Venezuela con beneficios en otros países. Otras compañías españolas con presencia en el país, como Anuntis y Planeta, también reconocen que se están viendo afectadas.