El Defensor del Pueblo europeo acusa a la UE de violar la Carta de Derechos
Discriminación por edad en las contrataciones, conflictos respecto a libertad de expresión o con los permisos de paternidad son algunas de las razones que han llevado al defensor del pueblo europeo a arremeter contra las instituciones europeas. En su último informe anual, Jacob Söderman denuncia claramente la actitud 'ociosa' de la Comisión, el Consejo y el Parlamento frente a la Carta de Derechos que proclamaron en Niza.
Debo lamentar que las tres instituciones que proclamaron la Carta de Derechos Fundamentales todavía no parecen muy dispuestas a aplicarla seriamente en la práctica', señala Jacob Söderman, defensor del pueblo europeo, en su último informe correspondiente al año 2001.
En el documento que acaba de hacer pública esta institución comunitaria, Söderman manifiesta su desconcierto ante la actitud ociosa de la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento en lo que se refiere a la adopción de la Carta. Así, según fuentes de la institución, los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en cuestiones como la discriminación por edad, raza y sexo en las contrataciones de funcionarios, los permisos de paternidad o la libertad de expresión 'distan de ser halagüeños'. Así, y sólo por poner un ejemplo, los límites de edad impuestos en los procesos de selección de personal de la Unión Europea han sido objeto de numerosas quejas dirigidas al defensor y éste ha conminado en numerosas ocasiones a los órganos comunitarios, entre ellos la propia Comisión Europea, para que dejen de aplicarlos.
Paradójicamente, Bruselas se ha pronunciado en más de una ocasión contra la discriminación por edad en las empresas, un problema que la Comisión ha calificado como 'la última discriminación conocida'. La memoria del año 2001 del defensor refleja un aumento del número de quejas recibidas por la institución. Así, a lo largo del año pasado, la oficina de Söderman recibió 1.874 reclamaciones, un 8% más que el año anterior, inició 204 investigaciones a partir de esas quejas y 4 de oficio, propuso 13 proyectos de recomendación a las instituciones europeas y envió 2 informes especiales.
España
España es el segundo país en índice de quejas presentadas, con un 14% del total, seguida de Francia, con un 12%, y superada únicamente por Alemania, que registró un 17%. La mayor parte de las reclamaciones enviadas por los ciudadanos y empresas comunitarias se basaron en la falta o rechazo de información por parte de las instituciones europeas, el retraso eludible, los errores de procedimiento y el abuso de poder.
La mayor parte de las quejas admitidas, casi el 80%, fueron dirigidas contra la Comisión Europea, mientras que el resto se dividieron entre el Parlamento Europeo y el Consejo. Casi la totalidad de las reclamaciones fueron enviadas por ciudadanos europeos, el 90%, las empresas sólo presentaron un 5%, y las asociaciones, un 4%.