Denominación de origen para la guitarra española
El 60% de las guitarras españolas que se venden en el mercado nacional procede de Asia. Este porcentaje amenaza la supervivencia del sector artesanal. Los fabricantes impulsan una marca de calidad
La competencia asiática amenaza la supervivencia de la guitarra española. Los instrumentos procedentes de Corea, Taiwán, Japón y, muy especialmente, China han aumentado su cuota de mercado, forzando un descenso de las producción de guitarras clásicas en España de hasta un 25% en los últimos años. Varias compañías, según el Gremio de Maestros Artesanos de la Guitarra Española, se han visto obligadas a cerrar.
En España se venden anualmente 300.000 guitarras, de las cuales 100.000 son españolas y el resto corresponde a la producción asiática, un porcentaje superior al 60% del total. En opinión de Jaime Juliá, consejero delegado de Guitarras Alhambra, 'los asiáticos trabajan con mayor rapidez debido a la mecanización. Utilizan materiales y métodos más económicos, lo que redunda en la calidad del producto, pero también en el coste'. El precio medio de venta al público de una guitarra española es de 180 euros frente a los 42 de la competencia.
Para que el consumidor diferencie ambos productos y no sólo se deje llevar por el precio, el gremio ha lanzado la marca de calidad Guitarra Española, que se presenta hoy en Valencia. De momento, 23 empresas nacionales -entre las cerca de 40 que se reparten la mayor parte de la producción- han mostrado interés por incorporarse a esta denominación de origen.
'Hay importadores que ponen la etiqueta made in Spain a guitarras realizadas en Asia', denuncia Manuel Rodríguez, que representa a la tercera generación de la familia que desde 1905 fabrica y vende guitarras españolas bajo la marca Manuel Rodríguez. La compañía, con una fábrica en Toledo, vende el 95% de sus instrumentos en el extranjero, y desde hace 15 años son distribuidores en EE UU. 'Los asiáticos han invadido el mercado de los principiantes y éstos no pueden aprender igual con esas guitarras', señala.
La guitarra española hecha con los parámetros que van a regir la marca 'tiene unas características de calidad de materiales y del acabado que le otorgan una sonoridad y un timbre que no se puede comparar con las que llegan de China', explica Antoni Seguí, asesor del Gremio de Maestros Artesanos de la Guitarra.
España produce anualmente 200.000 guitarras clásicas, según datos facilitados por el Gremio. La UE importa 770.000 guitarras españolas de China al año, según se refleja en el Eurostat de 2001. Luchar contra el precio es prácticamente imposible. 'Hay que tener en cuenta que el 60% del proceso de fabricación es manual', señala Seguí, que apunta que esta parte artesanal es básica para que la sonoridad sea óptima, así como la calidad de las maderas nobles. 'Sólo dando a conocer las bondades de nuestro producto podremos competir', concluye.