La inversión en I+D de las empresas alcanza el 0,74% del PIB de la región
La inversión en I+D de las empresas de la Comunidad Valenciana ascendió a 430 millones de euros en el año 2000, según los últimos datos disponibles presentados ayer. Esta cifra, que supone un incremento del 64% respecto al año anterior, frente al 16% que creció la media española, sitúa la inversión en el 0,74% del PIB.
Con todo, la Comunidad Valenciana sigue por debajo de la media española y con graves deficiencias en la inversión en I+D, según se desprende del Libro Blanco de la innovación en la Comunidad Valenciana que ha elaborado la fundación Cotec, y que fue presentado en Valencia.
Según el estudio, el sistema valenciano de innovación cuenta con escasos recursos, está poco articulado, débilmente vinculado con los sectores socioeconómicos de la comunidad y cuenta con escasa participación empresarial.
El Libro Blanco repasa las principales deficiencias del sistema. Por lo que se refiere a las empresas, destaca que no emplean suficientes recursos humanos ni financieros en el proceso de innovación tecnológica.
Además destaca la falta de empresas de alta tecnología, ya que el tejido empresarial valenciano está basado fundamentalmente en sectores tradicionales. De hecho, el estudio detecta un descenso del 3% en las exportaciones de productos de 'alta intensidad tecnológica', un capítulo que en el conjunto de España ha crecido un 2,4%.
El informe de Cotec reclama mayores inversiones en contratar jóvenes titulados, otro de los déficit, así como una mayor colaboración entre empresas para aprovechar los resultados de la inversión en I+D.
Respecto a las infraestructuras de soporte a la innovación, el estudio valora positivamente la existencia de institutos tecnológicos, aunque señala que su potencial está lejos de ser alcanzado. Sin embargo, apunta también la falta de una política de parques tecnológicos y científicos en la Comunidad Valenciana.
Al mismo tiempo, también reclama de la Administración autonómica una mayor coordinación en el diseño de la política de innovación, al tiempo que anima a la Generalitat a aportar capital semilla a empresas tecnológicas, ya que no existen instrumentos financieros propios en la comunidad que apoyen los procesos de innovación de las empresas valencianas.