El espárrago verde de Huétor Tájar duplica exportaciones en dos años

Los productores de espárrago verde en fresco, actividad concentrada en Huétor Tájar (Granada), han duplicado sus exportaciones en los dos últimos años. Contrasta con el estancamiento del espárrago blanco, un cultivo más extendido, pero con una producción en continuo descenso durante los últimos años.

El espárrago verde fresco está comiéndole terreno al blanco a pasos agigantados, especialmente en las mesas de los consumidores europeos. Mientras la producción española de espárrago blanco no deja de caer, la del verde, aunque inferior en volumen, aumenta cada año y consolida su vocación exportadora.

El año pasado se exportaron casi 6.300 toneladas de espárrago verde fresco, un 42% más que en el año 2000, y el doble que en 1999, según datos de Asociafruit, entidad que controla más del 80% de la producción española.

Ese volumen de exportación representa más de un tercio de la producción total, que se concentra en la localidad granadina de Huétor Tájar y el resto de pueblos de la vega del Genil, donde opera una veintena de cooperativas, que comercializaron el año pasado alrededor de 15.000 toneladas, tres cuartas partes de todo el espárrago verde nacional.

Para la presente campaña, que se desarrolla entre febrero y junio, Asociafruit espera 'al menos, igualar las cifras de exportación del año pasado', según un portavoz de la asociación.

El auge del espárrago verde granadino contrasta con el declive de la variedad blanca, que se reparte entre Navarra, Castilla-La Mancha, Extremadura y algunas provincias andaluzas. En la última década, la producción española de espárrago blanco ha caído más de un 50%. Por contra, el espárrago verde de Granada ha crecido un 35% en ese periodo. En concreto, la producción total de espárrago fue en 2001 de 57.000 toneladas, de las que 37.000 correspondieron a la variedad blanca y unas 20.000 a la verde. Hace una década, el peso del verde apenas llegaba al 15% del total.

Según el gerente de Hortícola de Huétor Tájar, uno de los principales productores de espárrago verde, con cerca de 2.000 toneladas, el ascenso de este producto se debe 'a sus mayores posibilidades culinarias frente al blanco', cuyo consumo se decanta hacia la conserva, en la que los productores españoles sufren desde hace algunos años una fuerte competencia de Perú y China, países que producen con menores costes, lo que merma la rentabilidad del espárrago blanco español. De hecho, España importó el año pasado 38.000 toneladas de espárrago en conserva de Perú, China y Suráfrica, frente a las 9.500 toneladas envasadas en nuestro país.

Por su parte, los productores de espárrago verde han apostado por el producto en fresco con vistas a la exportación a los mercados europeos, donde lo están colocando a la cabeza de las hortalizas, con precios que doblan o triplican los del resto de productos de huerta.

Ventas

El principal destino del espárrago verde granadino es el mercado francés, con casi la mitad de las ventas, seguido de Alemania, Italia y Reino Unido, aunque algunas empresas, como Hortícolas de Huétor Tájar, empiezan a buscar mercado en los países del este europeo.

Esta empresa también ha iniciado la importación de espárrago fresco de Perú, donde se cultiva durante todo el año, para comercializarlo en Europa en periodos donde no hay espárrago local.

El sector del espárrago verde granadino, que factura al año entre 25 millones y 30 millones de euros, en función de los precios de cada campaña, está formado por una veintena de operadores. A la cabeza de ellos figura la cooperativa Cesurca, cuya producción superará esta campaña las 3.500 toneladas, y la única que está apostando con fuerza por la conserva, con la que está abriendo mercados en Europa, pero también en Estados Unidos.

La variedad autóctona no cala en los cultivadores

 

El espárrago verde cuenta con una denominación específica protegida para la variedad autóctona de Huétor Tájar, parecida a los espárragos trigueros silvestres, de color verde-morado y pequeño calibre. Pero su cultivo aún no ha calado entre los cultivadores, que prefieren variedades de origen americano, más homogéneas y de calibre más grueso, que tienen mayor aceptación en los mercados europeos. El espárrago con denominación supone menos del 10% del total.

 

 

 

Por eso una de las prioridades del consejo regulador, según su secretario, Juan Antonio Espejo, es 'potenciar la variedad protegida, que permite obtener mejores precios, al ser un producto con calidad reconocida'. El otro gran objetivo del consejo regulador es promover una mayor unión de las empresas comercializadoras, la mayoría cooperativas, para obtener mejores precios en la negociación con grandes superficies.

 

 

 

Las oscilaciones de precio del espárrago varían en la misma campaña desde los 4,5 euros en sus comienzos hasta menos de dos euros a final de la recolección.

 

 

 

Para ello, Espejo propone crear una Mesa del Espárrago, que aúne a agricultores, cooperativas y comercializadoras y que coordine el atomizado sector productor.

 

 

 

De los cerca de 25 operadores de este producto, la gran mayoría mueve menos de 500 toneladas por campaña, cinco de ellos se sitúan entre 1.000 y 2.000 toneladas y sólo uno, la cooperativa Cesurca, supera las 3.500 toneladas, según los datos del consejo regulador.