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La enoteca

El despertar del gigante

Amplios horizontes de viñedo para la zona vinícola más extensa del país. Sus caldos, desprestigiados durante años, despiertan con fuerza. Así es La Mancha

No se aleja de la realidad la afirmación de que La Mancha supone el mayor viñedo del planeta. Medio millón de hectáreas repartidas por las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, y 190.000 hectáreas de viñedo inscritas en el Consejo Regulador. En sus interminables horizontes la cepa es la absoluta protagonista. Y es que la facilidad del cultivo de la vid en la región, sus amplias posibilidades para desarrollar frutos vigorosos en grandes cantidades y la mínima diversificación económica de la zona propició, desde hace muchos siglos, la vinculación total de esta meseta sur al mundo del vino.

Lo que en un primer momento puede parecer favorable -clima uniforme, muchas horas de insolación, suelos calizos, largo pasado de tradición vinícola y tierras fáciles para el cultivo e incluso para la mecanización del viñedo- se ha convertido a lo largo del tiempo en duros límites a la calidad. La Mancha se situó en el mercado como mera productora de mostos en bruto, exportadora de vino para mezclas en otras regiones de prestigio, y el viticultor destinó esfuerzos hacia la comercialización del abundante fruto sin apostar por la elaboración. Cuando sus vinos vestían etiqueta propia la lucían casi exclusivamente en tabernas de la capital, conociéndose como vino de chateo.

Reemplazar esta imagen tan denostada ha sido una difícil tarea que hoy todavía está en marcha. Los esfuerzos de la gente de la tierra se han visto apoyados por las nuevas inversiones de grupos vinícolas fuertes, que han visto en esta denominación unas tremendas posibilidades futuras. El ánimo empieza a revitalizarse y con él las inversiones. Surgen así modernas naves de elaboración, se adquieren importantes parques de barricas de buen roble y La Mancha empieza a asomarse al mundo sin vergüenza. El primer paso era la implantación de nuevas variedades que sustituyeran en parte la omnipresente airén. Y así se está haciendo, con fuerte replantación de tempranillo (cencibel en estas tierras), cabernet sauvignon, garnacha y chardonnay para los blancos. Otras bodegas, como la pionera Vinícola de Castilla, han optado por respetar las características de la variedad autóctona (airén), vendimiándola sin exceso de maduración y vinificándola en frío. Fueron suyos los primeros blancos jóvenes frescos, afrutados y plenos de aromas que rompieron moldes en la denominación. Entre los grandes nombres y hombres que han querido demostrar lo que puede ser La Mancha encontramos gente de allí, como Viñedos Mejorantes, bodega creada a finales de los ochenta por un grupo de viticultores de la zona, o Torres Filoso, una empresa familiar que ha apostado por variedades foráneas y cierto toque clásico en su imagen de marca. Y junto a ellos elaboradores de otras denominaciones que han puesto sus miras en La Mancha, como el visionario Alejandro Fernández, creador de Tinto Pesquera, que ha fundado una coqueta bodega al amparo de esta denominación, en Campo de Criptana. Alejandro ha lanzado su primer vino de El Vínculo este año y ha conquistado todos los paladares, atreviéndose a introducir en el mercado un tinto de La Mancha a más de 14 euros.

Los repetidos éxitos obtenidos en los últimos años en concursos de cata nacionales e internacionales avalan estas iniciativas que todavía tienen que luchar el lastre de una imagen largamente desprestigiada que hoy no corresponde con la realidad de esta gran denominación de origen. De cara al consumidor, la denominación ofrece al mercado vinos bien elaborados, de alta calidad y todavía a un precio más que prudente. Una oportunidad que no se debe desperdiciar.

Portillejo Crianza Cosecha 1998

 

Viñedos Mejorantes ha sido una de las bodegas pioneras en crear un estilo personal de alta calidad en La Mancha. Creada a finales de los ochenta por un grupo de viticultores, sus viñedos han sido totalmente reestructurados, plantando cabernet sauvignon, merlot, macabeo y chardonnay. El tinto presentado tiene un precioso color rojo rubí de capa media-alta con ribete granate. En nariz revela aromas de buena intensidad con recuerdos de frutas en compota, tonos especiados, balsámicos, tostados y un punto de paloduz. En boca es seco, con una buena estructura, acidez bien integrada que le hace fresco y sabroso. Muy adecuado para acompañar platos de caza menor y platos de aves de corral.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bodega: Viñedos Mejorantes. Crianza: 8 meses en barrica de roble americano y francés. Variedades: cabernet sauvignon. Cosecha: 1998 -excelente-. Temperatura: Entre 16º-17º C. Precio: 4,85 euros.

 

Juan José Tinto Cosecha 1998

 

Veinte hectáreas de cuidado viñedo con tres únicas variedades: cencibel (tempranillo), chardonnay y cabernet sauvignon, y tres generaciones dedicadas a elaborar vino en la zona. Así es Torre Filoso y así es el vino que toma el nombre del fundador, un tinto de intenso color rojo picota madura con ribete violáceo muy cubierto de capa. En nariz expresa aromas de buena intensidad con tonos de frutas del bosque bien maduras sobre un fondo de vainilla. En boca presenta una buena estructura, con una acidez que le da frescura. Es compañero ideal de carnes rojas a la plancha y guisos como la menestra de cabrito o cordero, al igual que de pescados azules.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bodega: Torres Filoso. Crianza: 6 meses en barricas de roble americano y francés. Variedades: tempranillo y cabernet sauvignon. Cosecha: 1998 -excelente-. Temperatura de servicio: 17º-18º C. Precio aproximado en bodega: 6 euros.

 

El Vínculo Crianza Cosecha 1999

 

La última aventura de Alejandro Fernández tiene como entorno los magníficos molinos de Campo de Criptana y como fin, conseguir elaborar un vino de alto prestigio en la zona vinícola de La Mancha. Encontraremos así un vino de atractivo color cereza picota con ribete ligeramente granate de excelente capa, limpio y brillante. En nariz se presenta amplio con recuerdos de frutas confitadas perfectamente ensamblados con la madera proveniente de su crianza. En boca resulta muy estructurado con un tanino noble, vivo y ligeramente secante, en vías de armonización. Es un vino digno acompañante de platos de caza de pluma.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bodega: Alejandro Fernández Tinto Pesquera 'El Vínculo'. Crianza: 16 meses en barricas nuevas de roble americano. Variedades: tempranillo. Cosecha: 1999 -muy buena-. Temperatura de servicio: 16º-17º C. Precio aproximado en bodega: 14,70 euros.

 

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