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Las Bolsas del euro

El mercado de los fondos en Europa

Además de las Sicav, en Luxemburgo cotizan empresas de gran potencial como SES Global o Arcelor

Con apenas 440.000 habitantes y una superficie de 2.586 kilómetros cuadrados (tres veces menor que la Comunidad de Madrid), Luxemburgo se ha convertido en uno de los centros financieros de obligada referencia no sólo en Europa, sino en todo el mundo. El crecimiento que acumula este pequeño país, situado en el corazón del Viejo Continente, es más que interesante. La media de los últimos años está por encima del 5% y las previsiones para 2002 no son menos optimistas: un PIB del 5,4%.

Los orígenes del progresivo crecimiento que ha experimentado el Gran Ducado en los últimos años se remontan a los años sesenta y setenta, cuando los bancos extranjeros comenzaron a instalar sus negocios en este pequeño país. ¿Las razones? El secreto que ampara las actividades bancarias y un marco fiscal más que favorable para las compañías.

Un desarrollo que mucho tiene que ver con el auge que ha experimentado la plaza financiera luxemburguesa en los últimos años. Los volúmenes negociados en la Bolsa se han multiplicado por siete desde 1995. No es para menos.

Actualmente, la Bolsa de Luxemburgo es una de las principales plazas de cotización de valores internacionales. En ella están listados más de 14.000 bonos, más de 1.000 warrants, alrededor de 5.000 instituciones de inversión colectiva y 209 acciones. Cifras estremecedoras sin ninguna duda. El centro financiero del miembro más pequeño de la Unión Europea gestiona fondos de pensiones por más de 875.000 millones de euros y es el primer destino de la inversión en el extranjero de los españoles, entre otros.

Pero hablar de Luxemburgo es hablar de fondos de inversión. El gran alcance internacional de los fondos domiciliados en Luxemburgo se debe, básicamente, a que el Gran Ducado fue de los primeros países miembros en aplicar la Directiva Europea 611 de 1985 sobre los pasaportes comunitarios de los fondos y porque ha conseguido atraer un elevado volumen de dinero.

Las instituciones de inversión colectiva son, de hecho, las que más han proliferado en los últimos años. En 1999, arrebató el segundo puesto en fondos de inversión a Francia y actualmente gestiona más de 900.000 millones de euros.

Y la flexibilidad del marco legislativo es la principal causa de este crecimiento. Como señala Felipe Guirado, de BNP Paribas Asset Management, 'la ley luxemburguesa permite crear un producto de inversión para todo el mercado europeo'. Es decir, a través de una Sicav, una gestora puede comercializar sus fondos en cualquier país, ofreciendo servicios a todos sus clientes, lo que reduce el papeleo administrativo y los costes. Esto es, a partir de una sola estructura es más fácil crear nuevos fondos porque todos son compartimentos de la Sicav.

'Hay que tener en cuenta', señala Guirado, 'que, si se opta por registrar cada fondo en cada país, los gastos para la gestora son enormes, ya que hay que asumir toda la operativa local. De esta manera, a través de una Sicav domiciliada en Luxemburgo, se pueden crear distintos tipos de comisiones en función de las acciones que requiera cada inversor', añade el experto. No sólo eso. La ley luxemburguesa permite que estas empresas puedan tomar la forma de fondos mutuos o Sicav, compañías de inversión ampliable o de compañías de inversión a capital fijo. La ventaja de las Sicav es que funcionan como fondos paraguas en los cuales cada compartimento o fondo se puede manejar de acuerdo a una política específica de inversión.

Esta permisividad a la hora de crear un producto estándar, que puede ser utilizado en todo el mercado europeo, ha provocado que la mayoría de las entidades mundiales tengan una sucursal en Luxemburgo. 'Para los bancos con una proyección internacional agresiva, la mejor opción es abrir una sucursal en Luxemburgo y potenciar desde allí su gestora', añade Guirado.

Sin embargo, algunas de estas ventajas pueden convertirse en inconvenientes cuando a partir de 2003 Luxemburgo suba sus tasas de retención fiscal y a partir de 2010 abola el secreto bancario, según lo acordado en Bruselas en noviembre de 2000. Con todo, los luxemburgueses consideran que su mercado continúa ofreciendo alternativas al aliciente fiscal. Esto es, la flexibilidad del marco legislativo y el saber hacer de los banqueros luxemburgueses.

Pero el mercado financiero del Gran Ducado no son sólo los fondos de inversión. Compañías como Arcelor, la Sociedad Europea de Satélites (SES Global) o RTL Group cotizan en el principal índice de la Bolsa luxemburguesa.

Lo cierto es que son pocas las compañías cotizadas en el Luxx, el principal indicador de esta plaza. Pese a que son más de 200 las compañías listadas en este mercado, tan sólo 12 pertenecen a su principal indicador, ya que la mayoría tiene doble listado y también cotiza en otros mercados. Como sucede en las instituciones de inversión colectiva, las ventajas fiscales son el aliciente que tiene la mayoría para listarse en este mercado, según los analistas. De ahí la escasa liquidez de este mercado.

Para los expertos, cinco son los pesos pesados que mueven la Bolsa luxemburguesa. Esto es, Arcelor, Banque Deegrof, BGL Investment, Kredietbank, RTL Group y SES Global. De ellas, la más importante, tanto por su actividad como por su negocio, es SES Global. Una compañía que, según los analistas de Beta Capital Meespierson, mueve 642 millones de euros y que presenta unas perspectivas más que positivas. 'Son los dueños de la red de satélites europeos, y tras comprar una red en EE UU (GE Americon) ha logrado tener presencia en los dos continentes', señala Álvaro Winzer, analista de este grupo. 'Sin duda, recomendamos comprar', añade.

Fuerte compra es la recomendación que arrojan los expertos de Merrill Lynch, aunque han rebajado su precio objetivo desde los 20 euros a los 16 euros actuales por las expectativas de una reducción en el crecimiento de dos de sus filiales, Astra y GE Americon. Según este banco de inversión, el catalizador para la compañía puede ser su listado en el mercado estadounidense 'cuando las condiciones lo permitan'.

Peor opinión mantienen los expertos sobre el grupo de medios de comunicación RTL Group, debido a las malas condiciones que atraviesa el sector. SG recomienda mantener por la 'pobre visibilidad que presenta la compañía'. Por su parte, en Merrill Lynch, pese a reconocer que los beneficios de la compañía, de 4.054 millones de euros, han sido un 3,5% superiores a sus previsiones, se mantienen neutrales.

Pero ha sido en Arcelor donde Luxemburgo ha demostrado su astucia. El primer grupo de acero del mundo, resultado de la fusión entre la española Aceralia, la francesa Usinor y la luxemburguesa Arbed, tiene su sede en el Gran Ducado. Todo ello pese a que, de las tres, la francesa era la más grande.

Las recomendaciones para la nueva compañía, que cotiza en los mercados de París, Madrid y Luxemburgo, son más que positivas. Todo pese a la nueva tasa sobre la importación de acero que ha comenzado a aplicar EE UU esta misma semana. Morgan Stanley, que ha iniciado recientemente la cobertura sobre el valor, recomienda sobreponderar. Y lo mismo sucede en Merrill Lynch, donde consideran que el gigante del acero cotiza con un descuento de entre el 20% y el 40%. Las sinergias que puede obtener de la fusión y la recuperación que puede empezar a experimentar el sector son las bazas de Arcelor, según este banco de inversión. SG, que considera limitado el impacto de las nuevas tasas, también aconseja compra.

Pese a su pequeño tamaño y su escasa liquidez, este mercado, que en 2001 se dejó un 19,6%, parece haberse apuntado al carro de la recuperación. En lo que va de año, gana un 2%.

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