La renta fija en el exterior ya no vive del dólar
La renta fija está dando este año disgustos a los inversores. Era previsible que los tipos de interés a largo tomaran el rumbo alcista como así ha sucedido, causando con ello serios daños a los inversores que tienen su dinero en este tipo de fondos.
En lo que va de año, este grupo de fondos presenta una pérdida media modesta, pero significativa. Lo que en los tres últimos años eran beneficios, en algunos casos con rentabilidades por encima de los dos dígitos, se han convertido este año en pérdidas por dos causas. La primera, la apreciación del dólar sobre el euro ya no es sustancial, apenas un 1% en lo que va de año. Por otro lado, los mercados de renta fija han registrado retrocesos sustanciales desde que se percibió la posibilidad de que la Reserva Federal diera por cerrada la intensa etapa de bajadas de tipos de interés. Las fases de recuperación económica suelen ir asociadas a subidas de tipos porque sube la inflación, de modo que la renta fija se desploma y los fondos que invierten en ella sufren las consecuencias. En esa situación estamos, con tendencia a empeorar.