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Andalucía

Bonares, el pueblo de las cooperativas

Bonares, en Huelva, presume de ser 'el pueblo más cooperativo de España'. La gran mayoría de sus habitantes, e incluso el propio ayuntamiento, pertenece a alguna de sus 15 sociedades

La vida en Bonares no se entiende sin sus cooperativas. En esta pequeña localidad agrícola de Huelva, 30 kilómetros al este de la capital, cuando un vecino se dispone a hacer la compra casi siempre acude al hipermercado de la cooperativa de consumo San Francisco de Borja.

Allí puede adquirir hortalizas de la cooperativa hortofrutícola de Bonares o aceite y uvas de la cooperativa Santa María Salomé, entre otros muchos bienes. Unos productos que, posiblemente, han sido cargados en camiones de la cooperativa de transportes de Bonares.

Y, con mucha probabilidad, el vecino en cuestión resultara ser socio de alguna o de varias de esas cooperativas, o de las otras 11 sociedades de este tipo que operan en el pueblo y que aglutinan más del 75% de su actividad económica. En una población de unos 5.200 habitantes, únicamente las cuatro cooperativas mencionadas -las más importantes- cuentan con 3.453 socios. Algunos de ellos son miembros de varias compañías al mismo tiempo.

La penetración del cooperativismo en Bonares llega hasta el propio ayuntamiento, institución que, junto a las cuatro sociedades descritas, forma desde el año pasado la cooperativa de integración Cooperación y Desarrollo de Bonares, cuyo presidente es, precisamente, el alcalde, Juan Coronel. 'Somos el pueblo más cooperativo de España', proclama Josefa Martín, gerente de Cooperación y Desarrollo de Bonares, una iniciativa que, al menos, en Andalucía, constituye un caso excepcional: la unión de cooperativas de distintos sectores que, además, tienen a su ayuntamiento como socio.

'El ayuntamiento ha sido el impulsor del movimiento cooperativo en Bonares, ofreciendo menores tasas e impuestos y liderando la creación de esta sociedad, que primero constituimos como cooperativa de segundo grado en 1999, pero que cambiamos a cooperativa de integración para poder tener al ayuntamiento como socio, figura recogida en la nueva ley andaluza del sector, y como tal quedó formalizada la sociedad el año pasado', explica la gerente. La cooperativa de integración tiene el objetivo de lograr sinergias y economías de escala entre sus miembros, en los que su diferente actividad, lejos de ser un obstáculo, resulta una ventaja.

'La cooperativa de consumo compra productos de las dos agrícolas, y la de transportes presta servicios a las otras tres', indica Martín, aunque el mercado de cada una no se circunscribe, ni mucho menos, al negocio entre cooperativas, que realizan numerosas acciones conjuntas de comercialización de sus productos.

Ahorro de costes

A nivel conjunto, los beneficios son muchos. 'Hemos logrado ahorros importantes en telefonía móvil y fija, servicios financieros o equipamiento informático mediante convenios con las empresas suministradoras', afirma. En el caso de los seguros, por ejemplo, fueron sacados a concurso público por el ayuntamiento, 'con lo que obtuvimos precios muy ventajosos', asegura la gerente.

Cooperación y Desarrollo de Bonares facturó el año pasado 30 millones. La cooperativa con mayor volumen de ventas es la hortofrutícola, con alrededor de 20 millones de euros. Su ejemplo le ha valido la concesión de varios premios; el último, el Arco Iris -promovido anualmente por la Junta de Andalucía- a la mejor integración, galardón que recibió el viernes pasado Cooperación y Desarrollo de Bonares, que está asesorando a otras cooperativas y municipios interesados en copiar su modelo.

Ahora, la sociedad de integración ha iniciado una nueva fase en su evolución: 'lograr que el resto de cooperativas del pueblo se unan a nuestra iniciativa', dice Josefa Martín. Y el ayuntamiento, por su parte, pretende que la Junta lo declare municipio representativo de la economía social en Andalucía. Razones no le faltan.

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