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Fundación Encuentro

Los expertos denuncian el aumento de las desigualdades territoriales

La convergencia económica entre comunidades autónomas sufre un serio retroceso desde el año 1994, según la conclusión que extrae un grupo de expertos reunidos en torno a la Fundación Encuentro, a partir del análisis de los distintos indicadores.

El trabajo, coordinado por un nutrido grupo de catedráticos y profesores de Universidad, concluye que los avances alcanzados en la convergencia económica por las distintas comunidades autónomas se han visto reducidos desde 1994 si se toma como referencia, entre otros indicadores, la evolución del valor añadido bruto per cápita. Madrid y Cataluña figuran, junto al País Vasco, Navarra, Baleares y Aragón, entre los territorios que en este aspecto más han divergido hacia arriba respecto a la media nacional en los últimos 20 años, frente a comunidades como Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia y Murcia, que han aumentado las diferencias con la media, pero en sentido inverso.

Las variables demográficas han condicionado de forma notable el proceso de convergencia económica entre comunidades. A causa del aumento de población, Murcia y Andalucía, por ejemplo, han visto agravada su distancia respecto a la media con respecto a la evolución de la renta per cápita. En Asturias y el País Vasco ha ocurrido lo contrario.

El empleo aparece como otro de los factores graves de divergencia entre territorios. Pese a que las comunidades con peores indicadores en 1985 (Andalucía, Extremadura y Canarias) lograron cinco años más tarde acercarse a la media nacional, en los últimos años han iniciado un proceso de alejamiento.

Los expertos también han analizado la evolución del tejido empresarial para concluir que las comunidades más ricas, en especial Baleares y Cataluña, no sólo son las que tienen más empresas en sus respectivos territorios, sino que, además, mantienen las diferencias en este terreno respecto a los territorios más atrasados.

La diferencia en los precios es otra constante que no se ha podido corregir a pesar de que la teoría económica predice que en un área de moneda compartida las distancias en este terreno deben tender a reducirse cuando no a desaparecer. La realidad que se desprende del estudio refleja acusadas diferencias de precios entre comunidades. Navarra, Cataluña, el País Vasco y Baleares presentan valores muy superiores a la media nacional mientras que en Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y Castilla y León sucede lo contrario. Las consecuencias de este hecho permiten intuir, según los autores del trabajo, la existencia de productividades muy distintas entre unas comunidades y otras con la consiguiente consolidación de niveles de coste de la vida muy dispares a lo largo del territorio. Desde este prisma, se preguntan si está justificado, por ejemplo, que el salario mínimo sea el mismo en toda España.

Servicios sociales

El informe abarca también el análisis de los principales indicadores de bienestar social. Asturias aparece como la autonomía que cuenta con la mayor presencia relativa de pensionistas. Su porcentaje duplica al de Canarias, la comunidad con el valor más bajo. Junto con Galicia, Asturias es el territorio que más se aleja de la media en este terreno.

La comparación del gasto público en servicios sociales también arroja la existencia de profundas desigualdades. Comunidades como Baleares o Castilla y León duplican las cifras de Madrid y la Comunidad Valenciana.

El estudio comenta de forma positiva, no obstante, la tarea correctora que en algunos casos realizan las distintas Administraciones para superar las desigualdades entre regiones. Estas se manifiestan de forma más acusada en el campo sanitario, donde se aprecia el mayor índice de convergencia entre los distintos territorios, en el de las infraestructuras y en el de la inversión en investigación y desarrollo.

Castilla y León exportó más de 90.000 titulados

 

La aproximación entre comunidades autónomas en cuanto a la población que estudia enseñanzas medias y universitarias ha registrado notables progresos, según el estudio de la Fundación Encuentro. Sin embargo, en las comunidades con mayor índice de personas peor formadas han crecido las distancias, algo grave teniendo en cuenta que este grupo supone todavía casi la mitad de la población en edad de trabajar. El informe constata que en los últimos años se han agudizado, además, los problemas de las comunidades más desfavorecidas para retener a los trabajadores más cualificados.

 

 

 

 

 

 

 

Las migraciones entre regiones han repercutido en el nivel formativo de sus ciudadanos. Resultan llamativos los casos de Castilla-La Mancha y, sobre todo, de Castilla y León, comunidad esta última que exportó entre 1980 y 1997 más de 90.000 titulados universitarios, casi una cuarta parte de la población total que emigró durante este periodo a otras regiones de España.

 

 

 

Por el contrario, Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana son, según el informe, las que en mayor medida se han beneficiado del flujo de mano de obra altamente cualificada.

 

 

 

El trabajo de la citada fundación revela profundas diferencias territoriales en el gasto medio por alumno. Mientras que Navarra, por ejemplo, dedica a ello 2.954 euros por año, la Comunidad Valenciana destina 1.785. Con ello, se sitúa en el último lugar junto a Cataluña y Andalucía.

 

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