Cómo cubrir algunos valores
La venta de futuros sobre acciones permite eliminar el peso de los valores en cartera que tienen perspectivas de caer. Esta estrategia, frente a la venta de las propias acciones de contado, permite compensar las pérdidas
En alguna ocasión, hemos explicado estrategias con opciones en el marco de una gestión de cartera. Muchos inversores particulares o fondos de inversión en España tienen una composición de activos muy similar a la del Ibex 35. La réplica de este índice se puede conseguir por dos vías. La primera es comprar en el mercado secundario o en acciones al contado las mismas empresas y en la misma ponderación que la que tiene el índice. Y la segunda es con el uso de instrumentos derivados. Al comprar un futuro sobre el Ibex estamos comprando el mismo Ibex 35, porque los precios de las acciones se mueven en paralelo al de los futuros, ya que existe una relación de arbitraje que te asegura esa convergencia.
Ahora, pensemos en un inversor con una composición de cartera como la de nuestro principal índice, bien porque tiene las acciones en contado bien porque tiene futuros sobre el Ibex. En la situación actual del mercado se podría pensar que va a haber sectores o empresas clave en el mercado español que se van a comportar peor que el resto. Pensemos, por ejemplo, en los grandes bancos BBVA y SCH, y en el riesgo que comporta su exposición a Argentina. A nuestro protagonista le podría interesar de alguna manera poder anular los efectos que estas empresas tendrán en el comportamiento de su cartera. Actualmente, BBVA y SCH en el índice Ibex 35 más de un 30% (más de un 15% cada una), así que, si su comportamiento va a ser significativamente peor, esta estrategia le puede evitar muchas pérdidas. La idea es ponerse corto de ambos valores. Cuando un inversor adopta una posición corta, pierde dinero cuando la acción sube y gana dinero cuando cae.
Existen varias alternativas para evitar el mal comportamiento de una acción, la primera es venderla si se tiene en cartera, pero con ésta no se gana dinero. La segunda es la puesta en corto que se puede hacer de dos formas: venta en descubierto (prohibidas en España) y el uso de derivados donde el subyacente esté vendido: compra de una opción de venta o put y venta de futuros. Esta semana utilizaremos los futuros sobre acciones como una manera de cobertura.
Pasemos a ilustrarlo con un ejemplo. Para simplificar el análisis el inversor mantendrá una cartera exactamente igual a la composición del Ibex. Esto es un 21,8% en Telefónica, 15,4% en BBVA, 15,486% en SCH, 6,571% en Repsol... y quiere cubrirse únicamente de una bajada de los grandes bancos. Para esto debe vender futuros sobre BBVA y sobre SCH, y lo primero que debe determinar es el número que hay que vender de cada uno. Si la cartera es exactamente igual a la de un Ibex, actualmente tendríamos una cartera valorada en 82.380 euros. De esta cantidad, 12.686,52 euros son de BBVA (el 15,4%) y 12.757,37 euros son de SCH. Cada contrato de futuro da derecho a 100 acciones, así, si dividimos cada cantidad por el precio de un futuro y entre 100 acciones, obtendremos el número de futuros a vender de cada banco. En BBVA serían nueve contratos ((12.686,52/13.76 euros)/100 acciones)) y 13 para SCH ((12.757,37/9,54 euros/100 acciones)). Son cifras redondeadas.
Pérdidas compensadas
De esta forma eliminamos el peso de los bancos de la composición del Ibex. Las implicaciones que tiene esta operación son que en el caso de una caída tanto del BBVA como del SCH sin cobertura perderíamos por el 30% de ponderación que tienen en nuestra cartera ambas acciones, mientras que con la cobertura la pérdida con la posición larga que mantenemos en contado (un 30% de la cartera porque estamos replicando el Ibex) la compensamos con los beneficios que obtenemos al mantener futuros vendidos tanto del BBVA y SCH.
Un riesgo a tener en cuenta es que en el caso de una subida ocurriría la situación contraria y perderíamos con los futuros lo que estemos ganando con las acciones de contado. Por ejemplo, si hubiésemos utilizado la compra de opciones put sobre ambos subyacentes (BBVA y SCH) en el caso de una revalorización de ambos bancos, sí que ganaríamos una vez que se haya compensado el coste de las primas y, a su vez, en el caso de una bajada, el resultado de la cobertura es el mismo.
En este ejemplo hemos supuesto que manteníamos todas las acciones del Ibex en contado, sin embargo, se puede llegar a lo mismo con un inversor que tenga futuros sobre el Ibex en una posición larga. La ventaja frente al anterior es el efecto apalancamiento que le permiten los futuros y que le permite depositar sólo unas garantías en lugar de realizar un desembolso por la compra completa de todas las acciones del Ibex. Piénsese también el ahorro de comisiones que supone.
Ganancias del 26% con la 'put' de Telefónica
Ganancias inferiores al 30% en el mercado de derivados en la semana en la que se producía la triple hora bruja, es decir, el vencimiento de futuros sobre acciones y opciones sobre acciones.
Lo cierto es que el comportamiento irregular que ha experimentado esta semana el mercado de contado ha permitido lograr beneficios tanto a los inversores que apostaron por un mercado alcista, a través de las opciones de compra, como en el caso contrario.
En este sentido, destacan las plusvalías que han logrado materializar los inversores que confiaron en la caída de Telefónica a través de las puts (opciones de venta). Así, mientras el subyacente se ha dejado un 4,26% en la semana, la put ha ganado un 26,88%. Todo, mientras que los que apostaron por las subidas a través de las calls se han dejado un 30,17%.
Similar situación se ha vivido con Sogecable. Los inversores que confiaron en la caída del subyacente adquiriendo opciones de venta sobre el grupo de comunicación han logrado un beneficio del 23,91%, al pasar la prima de la put, con precio de ejercicio 26 euros, de 1,84 euros a 2,28 euros.
Por su parte, los inversores que confiaron en las subidas de las acciones de Gas Natural e Iberdrola en el contado a través de las opciones de compra también han estado acertados. En el primer caso, la call de Gas Natural se ha revalorizado un 18,68%, mientras que en el segundo las ganancias con la opción de compra de Sogecable ascienden al 10,45%.