La Bolsa da algún síntoma de que quiere despertar

La reacción alcista de los mercados abre nuevas esperanzas para que los fondos recuperen cierta alegría

Las últimas ganancias de las Bolsas han despertado expectación y curiosidad entre los inversores. Las señales que anuncian una etapa más confortable para los mercados de renta variable coinciden con un desplome importante de los mercados de renta fija. La situación de tránsito que vive la economía mundial desde una depresión poco profunda y no muy larga hacia una reactivación que se espera próxima, aunque no muy brusca, ha provocado una oleada de optimismo que por el momento no es más que una pequeña burbuja. Su continuidad en el tiempo exigirá bastante credibilidad en los datos económicos, algo que por desgracia para los inversores todavía está lejos de producirse.

Los fondos han aprovechado las dos últimas semanas para limpiar pérdidas en la renta variable con casi la misma intensidad con la que los fondos de renta fija perdían lo poco que habían conseguido arañar en los dos primeros meses del año para quedar cerca del equilibrio.

No se avecinan buenos tiempos para los fondos de renta fija a medio y largo plazo, entre los cuales pueden generalizarse las pérdidas. De hecho, ya hay una buena proporción de fondos de renta fija en negativo, fenómeno derivado de las subidas de tipos de interés a largo plazo, que los inversores españoles no conocían desde el año 1999. Sin la garantía de los fondos refugio (quedan los Fiamm como recurso salvavidas), los inversores parecen abocados a incrementar sus posiciones de riesgo y a mojarse los pies con los fondos de renta fija, aunque empiecen a hacerlo con los de perfil más conservador.