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Estrategia

Crédit Suisse decide apostar por la repatriación de fondos en Europa

El grupo bancario Crédit Suisse apuesta por la eventual repatriación de fondos en los países europeos tras haberse beneficiado de los efectos de la amnistía fiscal en Italia.

De ahí su costosa estrategia de implantación de servicios de gestión de patrimonio en países como España, Alemania e Italia, principalmente mediante la apertura de centros de inversiones en esos países.

Al igual que su rival y primer grupo suizo UBS, el Crédit Suisse figura entre los bancos europeos que están mejor posicionados para el caso de que otros países sigan el ejemplo de Italia, señala hoy el diario suizo "Le Temps".

Fuentes de Crédit Suisse descartaron, sin embargo, que el banco haya hecho una apuesta por una repetición de las amnistías fiscales y señalaron que confían en atraer inversores con la "reconocida calidad de la banca suiza".

Después de haberse implantado hace dos años en Italia para intentar captar a la clientela adinerada local, Crédit Suisse se lanzó a la misma aventura en Alemania y España en octubre del 2001 mediante la unidad creada con ese fin, Crédit Suisse Personal Finance (CSPF).

La estrategia del banco helvético ha resultado rentable en el caso italiano después de la amnistía del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi: el CSG ha podido recuperar fondos repatriados desde Suiza a Italia tanto procedentes del propio CSG como de otros bancos basados en Suiza.

"Ocurre que clientes italianos que tenían cuentas abiertas en bancos italianos y que repatrían sus fondos prefieren consolidar sus activos bancarios en un solo instituto", afirmó Thomas Wellauer, jefe de la unidad de negocios que dirige el CSPF.

Por el contrario, otros clientes optaron por colocar sus fondos en otros bancos al considerar excesivamente caros los servicios de "finanza personal" del CGS en Italia, con lo que la medida del Gobierno italiano ha tenido hasta el momento "un efecto neutro" sobre el grupo, según Wellauer.

Los dos principales bancos suizos -CGS y UBS- aprovechan su capacidad financiera para soportar las inversiones importantes que necesita esa estrategia y están mejor preparados que otros más pequeños para la eventual repatriación de fortunas desde Suiza, bien sea por amenazas contra el secreto bancario, bien debido a eventuales medidas de amnistía.

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