ABB asegura no tener problemas de liquidez
El grupo industrial sueco-helvético ABB no tiene problemas de liquidez al dispone de una garantía de crédito por valor de 3.000 millones de dólares. En su comparecencia ante una asamblea general de accionistas celebrada en Zurich, los responsables de ABB precisaron que el grupo bancario RBZ Finance se ha comprometido a respaldar a la firma de ingeniería en caso de eventuales dificultades de tesorería.
Los dirigentes del grupo respondieron así a las preguntas formuladas por los pequeños accionistas que plantearon incluso abrir una investigación sobre la situación contable de la firma ante los rumores sobre su falta de liquidez. El representante de los pequeños accionistas Has Jacob Heitz había cuestionado inicialmente la situación financiera de ABB que sólo cuenta con fondos propios por valor del 6,2% del balance.
Heitz, que representa a más de dos millares de propietarios de acciones, lamentó que "los dirigentes sólo pensaron en su provecho personal" y no en el de la empresa que atraviesa dificultades financieras. Las críticas a los problemas de ABB se agudizaron tras las recientes revelaciones de que dos ex directores generales Percy Barnevik y Goeran Lindahl, ambos suecos, cobraran injustificables indemnizaciones antes de dejar la empresa en una situación grave.
El domingo pasado, el nuevo consejo de administración consiguió que Barnevik y Lindahl devolvieran a la caja de pensiones del grupo 137 de los 233 millones de francos suizos (82 de los 139,5 millones de dólares) que se habían embolsado por los servicios prestados a la empresa.
El presidente del Consejo de Administración de ABB, Juergen Dormann, se disculpó ante los accionistas pero indicó que desconocía que existieran tales indemnizaciones.
"Durante mucho tiempo se ha concentrado excesivo poder en una sola persona", dijo Dormann acerca de Barnevik que ejerció de director general durante nueve años y cinco como presidente del Consejo de Administración.
Los pequeños accionistas retiraron finalmente general en Zurich rechazaron finalmente su propuesta de establecer una comisión especial investigadora del asunto.
El grupo de ingeniería, que atraviesa una etapa de dificultades, registró el año pasado la primera pérdida importante de su historia -1.160 millones de francos (casi 700 millones de dólares)-, debida sobre todo al escándalo del amianto en EEUU, que dio lugar a 94.000 querellas judiciales.