Sharon renuncia a las condiciones previas para el diálogo con Arafat
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, reconoció ayer que en las actuales circunstancias de violencia es imposible alcanzar el periodo de siete días de ¢calma total¢ (ayer hubo otros 15 muertos) que venía exigiendo como requisito para dialogar con los palestinos. El líder israelí levantó también el confinamiento al presidente palestino, Yasir Arafat.
Las nuevas medidas del primer ministro se producen en vísperas de la visita del vicepresidente estadounidense, Richard Cheney, y del mediador Anthony Zinni, y tras la semana más sangrienta de los 17 meses de conflicto. Los enfrentamientos entre Israel y los palestinos, bajo la forma de atentados suicidas y ataques israelíes a campos de refugiados, dejaron durante la semana pasada un saldo de más de 100 muertos, en su mayoría palestinos.
¢Dado el actual nivel de terrorismo, no hay ninguna posibilidad de alcanzar siete días de calma total¢, reconoció Sharon en un comunicado. El dirigente se mostró dispuesto a mantener conversaciones de paz con los palestinos, pero advirtió que Israel seguirá castigando a los palestinos cuando se produzcan ataques de extremistas.
En la jornada de ayer, al menos 15 palestinos murieron a manos del Ejército israelí en dos operaciones distintas en Gaza. La entrada de las tropas israelíes en el campo de refugiados de Yabalia, al norte de Gaza, se saldó con 13 muertos y 50 heridos. En otro incidente, dos palestinos fueron abatidos cuando intentaban supuestamente penetrar en el asentamiento de Netzarim, también en Gaza.
Respecto a la libertad de Arafat, quien a partir de ayer se puede desplazar libremente por los territorios palestinos, Sharon explicó que se debe al arresto de los seis sospechosos de haber asesinado en octubre al ministro israelí de turismo, Rehavam Zer§evi. El líder palestino permanecía confinado en Ramala desde mediados de diciembre. Pero el cerco se estrechó un mes más tarde, cuando Arafat quedó sitiado en el cuartel general de la ANP en esa localidad cisjordana. Desde entonces, se han multiplicado las presiones internacionales para que el presidente palestino recuperase la libertad. EE UU ha pedido a Tel Aviv que permita a Arafat acudir a la cumbre de la Liga Árabe, que se celebrará en Beirut el 27 y 28 de marzo.
La decisión de Sharon ha sido recibida con poco entusiasmo en Palestina. Algunos oficiales de la ANP calificaron la medida de ¢superflua¢, ya que las dependencias de Arafat en Gaza fueron destruidas el domingo en un intenso bombardeo aéreo.
Pero crecen las expectativas de que Arafat pueda acudir a Beirut, donde se conocerán los detalles del plan de paz propuesto por el príncipe heredero de Arabia Saudí, Abdalá Ben Abdelaziz, que plantea normalizar las relaciones entre los países árabes e Israel, previa retirada de la zona ocupada en la guerra de los Seis Días (1967).
Gira de Cheney
El vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, visitará esta semana Israel, donde respaldará la labor de Zinni, que intentará por tercera vez encauzar el diálogo entre palestinos e israelíes.
Cheney también visitará Arabia Saudí, Bahrein, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Kuwait, Omán, Qatar, Turquía y Yemen. El vicepresidente hizo ayer su primera escala en Londres. Allí, Cheney aseguró que conversará con los aliados antes de lanzar una ofensiva contra Irak y afirmó que aún no se ha tomado ninguna decisión en este sentido.
En las últimas semanas ha crecido el temor a una intervención de EE UU contra el régimen de Sadam Husein en Irak. La UE y las naciones árabes temen que la acción desestabilice el golfo Pérsico. Husein rechazó ayer la vuelta de los observadores internacionales de la ONU, cuyo objetivo es verificar que Bagdad no está fabricando armas de destrucción masiva. El desafío iraquí ha acrecentado el rumor sobre una intervención de EE UU.