Pont, Aurell y Armengol dobla la capacidad de fabricación de tejidos para automoción
La compañía textil Pont, Aurell y Armengol ha invertido 14 millones de euros en construir una factoría en el polígono Can Petit de Terrassa (Barcelona). La empresa centenaria ha apostado por duplicar la capacidad de las antiguas dependencias del centro de la ciudad vallesana, hasta 23 millones de metros cuadrados anuales de tejidos especiales para el sector del automóvil.
La empresa ha centrado la totalidad de su negocio en producir revestimientos textiles para moquetas, bandejas para paquetes, maleteros, techos y compartimentos de motor de automóviles.
El consejero delegado, Ignasi Escudé, argumenta que los pedidos han aumentado en los últimos meses, aunque reconoce que 'la inversión se programó con el optimismo de antes del verano pasado'. Sin embargo, la empresa confía en ampliar las actuales instalaciones a largo plazo.
La compañía, que trabaja para las empresas auxiliares del sector de automoción que suministran a las cadenas de montaje de las grandes marcas -lo que se denomina proveedor de segundo nivel-, espera facturar 18 millones de euros este año. El 10% de esta cifra se realizará en los mercados internacionales.
Permuta de terrenos
Escudé afirma que un tercio de la inversión realizada se ha financiado con la permuta de terrenos de la antigua factoría, que ahora se convertirán en equipamientos para Terrassa.
La existencia de Pont, Aurell y Armengol se remonta a 1875, como sucesora de Escudé y Gibert. Inicialmente se dedicó a la fabricación de artículos de pañería, evolucionando después hacia los tejidos de lanería para zapatillas.
La producción de estos tejidos especiales le obligó a dotarse del ciclo completo de elaboración (hilatura, tisaje, tinte y acabados), con un elevado conocimiento de todo el proceso. La crisis de los años setenta obligó a redimensionar el negocio, para centrarse en el sector de automoción. La empresa cuenta con un laboratorio que trabaja con los centros de diseño de sus clientes.