El sector industrial español mantiene su debilidad
Después de los datos del último trimestre de 2001 en los que el comportamiento del índice de producción industrial (IPI) fue muy negativo, el dato del mes de enero ha sido notablemente mejor de lo esperado. El índice general ha descendido un 0,1%, frente a un 5%, esperado en su tasa interanual. Por tipos de bienes, el que peor se ha comportado, como viene siendo habitual, ha sido el de producción de bienes de equipo, que ha registrado una caída del 8,6%, en línea con nuestra previsión.
Por su parte, la producción de bienes intermedios y de consumo han incrementado en un 0,3% y un 3,2%, respectivamente, siendo ambos mejores de lo esperado.
Sin embargo, no pensamos que este dato, aunque positivo, nos revele, de momento, un cambio de tendencia en la actividad industrial. Varios son los factores que nos hacen ser tan cautelosos: 1) la alta volatilidad y negativa evolución del IPI en los dos últimos años; 2) la degradación de la cartera de pedidos que alcanza los valores más negativos desde 1996; 3) el descenso de la utilización de la capacidad productiva, cuya previsión es de caída en el primer trimestre de 2002 hasta niveles de 1996 (en el entorno del 77%); 4) el repunte en enero del nivel de existencias, manteniendo, por tanto, las tensiones de exceso de producción, y 5) la suave y lenta recuperación prevista para el continente europeo.
El consumo de energía eléctrica ha experimentado últimamente un comportamiento por encima de nuestras previsiones. Sin embargo, este hecho podría deberse a errores en la corrección del efecto temperatura. En el cuarto trimestre del año pasado creció un 2,8%, mientras que en enero ha llegado hasta el 6,6%. No obstante, no esperamos que continúe esta marcha, sino que terminará el año creciendo alrededor de un 4,4%, menos que en 2001.
Por todo, tomamos con cautela este último dato del IPI y mantenemos cierto grado de pesimismo para la industria nacional en el primer tramo de 2002. Esperamos aún caídas en sus niveles de actividad para los dos primeros trimestres, aunque prevemos que estos descensos se moderen a partir del segundo trimestre y que exista un repunte a finales de año. Nuestra previsión de crecimiento la situamos en el entorno del 0% el año 2002.
Aparecen nuevos indicios positivos en Estados Unidos
En EE UU la semana ha estado plagada de buenos datos, confirmando que la economía podría haber tocado fondo a finales de 2001. Los pedidos de fábrica cayeron en enero menos de lo esperado, 3,4% en tasa interanual (-9,5% en el cuarto trimestre de 2001). El Índice ISM de servicios, indicador adelantado de actividad en este sector también mejoró en febrero, consolidando la tendencia de recuperación iniciada hace unos meses. Laproductividad del cuarto trimestre de 2001 fue igualmente buena, 5,2% en tasa anulizada (1,1% en el tercer trimestre). Las peticiones de subsidios de desempleo también retrocedieron esta semana, lo que junto a la tendencia de semanas previas permite pensar en una leve mejoría del mercado de trabajo. El único indicador que ha mostrado un comportamiento peor del previsto ha sido el de ventas de vehículos ligeros, que han retrocedido un 7,1%. El deterioro de las ventas y la confianza de consumidores publicada hace dos semanas, sugiere que la recuperación económica va a ser lenta.
El dato del último trimestre de contabilidad nacional italiana estuvo ligeramente en línea con lo esperado. Mostró una tasa interanual del 0,7% (esperábamos un 0,6%). La debilidad del crecimiento cabe explicarla en una situación de debilidad del consumo, hundimiento de la inversión empresarial y de acumulación de stocks en el tercer trimestre del año. Este pobre comportamiento del ritmo de actividad es consistente también con la caída en picado de la actividad industrial en el último trimestre.
Tras este dato, el año 2001 se cerraría con un crecimiento medio del 1,8% (1,1 puntos por debajo del que mostró en el año 2000). La tasa interanual del IPC italiano mostró en febrero un repunte de una décima respecto de enero. Con todo, la tasa alcanzada (2,5%) es menor que la mostrada durante los tres primeros trimestres de 2001.
En Francia, tras la recuperación de la confianza familiar del último trimestre de 2001, el índice ha empeorado en febrero por segundo mes consecutivo. Detrás de ello se encuentra el aumento de las perspectivas de desempleo. Esto puede empeorar el panorama para la economía francesa, que depende en gran medida de esta componente de la demanda.