Persisten los desequilibrios de saldo neto comunitario
España es el país que recibe más fondos del presupuesto comunitario, con casi un tercio total del saldo neto positivo (unos 5.000 millones de euros), según el último informe mensual del departamento de estudios de La Caixa. El segundo receptor neto es Grecia, con 4.300 millones de euros (un 24% del total).
Sin embargo, cuando se contemplan las cifras por habitante, los irlandeses son los más beneficiados, seguidos de Grecia, Portugal y España.
En el otro extremo se coloca Alemania, que es el primer contribuyente neto al presupuesto comunitario. Los alemanes aportaron más de 9.000 millones de euros al presupuesto comunitario durante el ejercicio 2000, lo que supone un 50,6% del total de contribuciones netas.
A gran distancia figura Reino Unido, segundo contribuyente neto con un 20,6% del total.
Si se mide la contribución neta en función de la renta o en términos per cápita, los mayores contribuyentes son Alemania, Países Bajos, Austria y Suecia.
Desigualdades
Aunque estas diferencias tienen su origen en la asignación del gasto comunitario, anota el informe, 'es por el lado de los ingresos donde se dan las desigualdades más chocantes'.
Aunque cabría esperar cierta equidad en la financiación del presupuesto (definida como la existencia de cierta proporcionalidad entre la renta per cápita y la contribución al presupuesto per cápita), el informe destaca que esto no ocurre siempre.
Sí sucede en los casos de España, Portugal y Grecia, 'que son tratados de forma aproximadamente equivalente'. Pero aquellos países con un nivel de renta por encima del promedio comunitario reciben un rato dispar. Los tres casos más acusados son la relativa penalización que reciben Suecia, Países Bajos y Bélgica.
En 1998 y 1999, Alemania, Países Bajos, Austria y Suecia reclamaron una reducción de su abultado saldo neto con el presupuesto comunitario. Sin embargo, España y otros países consideraron que la equidad, entendida como cierta proporcionalidad entre renta y contribución al presupuesto, debía satisfacerse.
Los datos de flujos financieros con el presupuesto comunitario de 2000, el primer ejercicio bajo las actuales perspectivas financieras 2000-2006, constatan que los desequilibrios se mantienen.