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Reestructuración

La SEPI cerrará dos de las siete fábricas de Cetarsa y despedirá el 30% de la plantilla

La Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) ya ha diseñado el plan de reestructuración de Cetarsa, empresa del grupo dedicada a la primera transformación del tabaco en rama, con vistas a su futura privatización.

Según explicó el presidente de Cetarsa, Isidoro Hernández-Sito, la empresa cerrará dos de sus siete plantas (las de Granada y Plasencia, en Cáceres) y eliminará la producción de otras dos fábricas (Jarandilla y Jaraiz, también en la provincia de Cáceres), que quedarán como centros de recogida y almacén de tabaco. El resto de las factorías, no afectadas por el plan, también está en la provincia extremeña.

La reestructuración conlleva una reducción de empleo de casi 300 trabajadores sobre una plantilla total de 1.050 empleados, de los que alrededor de 700 son fijos discontinuos (trabajadores de temporada) y sobre los que recaerá la mayor parte del ajuste de empleo. La SEPI informó de estas medidas al comité de empresa el lunes por la tarde y ahora se abre un periodo de negociación para pactar las bajas laborales.

Excesiva capacidad

La reestructuración responde, según el presidente de la sociedad, a la excesiva capacidad productiva de la empresa, especialmente en la transformación de tabaco negro, un mercado en claro descenso.

'Nuestras fábricas pueden procesar 60 millones de kilos de tabaco y el año pasado sólo tratamos 28 millones', afirma Hernández-Sito. 'Y de los ocho millones de kilos de tabaco negro que transformamos en 1996 hemos pasado a cuatro millones el año pasado, y seguiremos bajando', indica. Cetarsa controla cerca del 70% del tabaco español en origen, un cultivo cuya producción está sometida a cupos comunitarios, de 42.000 toneladas en la actualidad, que se sustenta por ayudas europeas cada vez más cuestionadas.

El presidente de Cetarsa asegura que 'la reestructuración no afectará a los agricultores [unos 5.500, localizados principalmente en Cáceres y Granada], a los que les seguiremos comprando el tabaco en las mismas condiciones de ahora'.

Para Hernández-Sito, la reducción productiva de Cetarsa 'era obligada tarde o temprano para ser competitivos, y ahora es el mejor momento porque la empresa está saneada'. Cetarsa, participada por la SEPI en un 79%, y Altadis, en el 21%, facturó el año pasado unos 48 millones de euros (un 9% más) y obtuvo 4,5 millones de euros de beneficio, un 3% más que el año anterior.

La sociedad cuenta con unas reservas libres de unos 35 millones de euros, 'suficientes para afrontar los costes sociales de la reestructuración, los únicos que tendremos, sin que la viabilidad de la empresa se vea afectada', indica el presidente, quien asegura que aún no está calculado el monto necesario para las bajas laborales.

La empresa podrá, además, lograr fondos mediante la venta de la fábrica de Granada, ubicada en un área industrial próxima a la ciudad con gran demanda de suelo comercial. Pero no podrá disponer de la planta de Plasencia, propiedad de Patrimonio del Estado.

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