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En busca del patrimonio perdido de las empresas

Los inventarios realizados por la compañía Spainsoft han descubierto cuadros de Goya, edificios, pistas de aterrizaje y empleados que no constaban en el patrimonio de las empresas

Muchas sociedades no saben cuál es el patrimonio con el que cuentan. Así lo demuestra el repertorio de anécdotas acumulado durante sus 15 años de vida por la empresa Spainsoft, dedicada a la realización de inventarios. Entre los muchos episodios destacan el protagonizado por un ministerio que no tenía claro cuántos empleados componían la plantilla o el de un organismo público que afirmaba ser propietario de 150 edificios cuando en realidad poseía 250.

La lista es muy larga y en ella figura una caja de ahorros en la que un exhaustivo registro descubrió 300 cuadros apilados en un recóndito almacén. La entidad los tasó en 30 euros cada uno, cuando su valor en el mercado ascendía a 3.000 euros.

Otro ejemplo: con motivo de la celebración de su aniversario, un ministerio necesitaba conocer la magnitud del patrimonio cultural que tenía diseminado por 15 edificios. Entre sus bienes figuraban los retratos de los 150 titulares, y de muchos ellos no se tenía ni un solo dato biográfico.

El día a día de las grandes compañías fuerza el olvido. Así, una importante compañía había perdido una pista de aterrizaje. Todos sabían de su existencia, pero desconocían su ubicación. El inventario correspondiente demostró que se había edificado sobre la misma.

Otra sociedad solicitó ayuda para localizar una máquina industrial valorada en 800 millones de pesetas. Tras dar muchas vueltas, la investigación destapó que había sido convertida en chatarra. No obstante, uno de los acontecimientos más relevantes tuvo lugar cuando un organismo sin ánimo de lucro localizó, entre sus bienes, un cuadro auténtico de Francisco de Goya.

Todos estos casos ilustran la labor de Spainsoft, cuyo presidente, Ronald Bunzl, indica que 'debido al caos operativo diario, las empresas desconocen los activos con los que cuentan, ya sean personas, edificios, ordenadores, obras de arte, licencias de software, alfombras, tapices, fábricas, estanterías u otras muchas cosas'. Insiste en que 'las empresas centran sus activos en los edificios, pero tienen mayor trascendencia los bienes y personas que habitan en ellos'.

Bunzl asegura que los principales problemas se producen en las empresas con más de 30 empleados y en aquellas que han experimentado un rápido crecimiento y que cuentan con varias sedes.

Spainsoft realiza primero un análisis de lo que la compañía tiene, dónde, su valor, si dispone o no de seguro y la fecha de compra. Se trata de una labor de campo muy minuciosa. Identificado el material, se realiza un inventario. La segunda etapa se centra en el mantenimiento de ese patrimonio, a través de un etiquetado imposible de despegar que incluye un sistema de lectura que se convierte en el ADN del objeto.

Desde su creación, esta sociedad ha clasificado más de tres millones de elementos y ha visitado más de 5.000 edificios y 270.000 puestos de trabajo. Entre sus clientes figuran Coca-Cola, Uni2, Telefónica, Endesa e IBM, entre otros. Los precios oscilan entre los 60.240 y los 600.240 euros.

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