En los puestos de cabeza
La futura ampliación de la Unión Europea (UE) en 2004-5 pasa por los países del Centro y Este de Europa. Ahí la República Checa va a jugar sin duda un papel importante. Este país se encuentra, en términos económicos, entre los más adelantados de todos los aspirantes de su zona. Las condiciones son tan óptimas que 'las negociaciones para su entrada en la UE podrían estar concluidas a finales de este año', según afirmó Fernando Puerto, director de Relaciones Internacionales del Consejo Superior de Cámaras de Comercio en una reciente reunión del Comité Hispano-Checo. La República Checa ocupa un lugar preponderante entre los países candidatos, en cuanto a tener la economía más integrada con la del resto del mundo. Otro de los puntos a favor se refiere al hecho de que su economía está relativamente diversificada, lo que hace menos problemática su futura integración en la UE.
Todo el proceso preparatorio para entrar en el club europeo ha ayudado a dotar al país de una gran estabilidad económica, que ha servido, a su vez, de catapulta para poner en marcha, de una manera más rápida, el proceso liberalizador en distintos sectores. La República Checa ha avanzado bastante en política social, en una mayor protección de los derechos humanos y en un funcionamiento correcto de la economía de mercado. Por el contrario, hay dos magnitudes como el desempleo y la inflación que muestran un peor comportamiento. En cuanto a la inflación, las cifras muestran en los últimos años una fluctuación que denota un escaso control de los precios de los productos. Así, mientras que en 1998 ésta alcanzó un 9,7%, en 1999 se redujo a un 1,8%, para subir en 2000 al 3,9%. Hasta septiembre del año pasado, la inflación alcanzaba ya el 4,7%. Por lo que respecta a la tasa de desempleo los porcentajes hablan de un elevado 8,8% en el año 2000 y de un 8,5% con fecha de septiembre de 2001. Junto a estos datos, existen otros aspectos económicos negativos que el Gobierno checo intenta corregir. Se trata, por un lado, de los procesos de reestructuración industrial y, por otro, de su tránsito a una economía de mercado privatizada que está en niveles más atrasados que los de otros candidatos a entrar en la UE.
Plan de revitalización
El Gobierno de la República Checa ha sacado adelante en los últimos años un plan de revitalización de grandes empresas industriales que tiene como objetivo básico el de sanear aquellas compañías que, habiendo sido privatizadas por medio de cupones, estaban descapitalizadas y sin socios extranjeros con recursos para sacarlas adelante. A éste se ha añadido otro plan de crecimiento rápido destinado al fomento centralizado en 13 regiones sensibles a las exportaciones y a las infraestructuras. De esta forma, se ha logrado reducir el desempleo a unas tasas más moderadas, ha aumentado la eficiencia de la economía y se ha avanzado en la privatización del sector bancario. Entre los puntos a corregir se encuentran un aumento del déficit en los presupuestos públicos, el hecho de que todavía no se ha logrado poner en marcha la reforma del sistema de pensiones, un mayor esfuerzo en la recaudación fiscal y una mayor profundización en la privatización de las grandes empresas del Estado.