Ahora les toca a los bancos
La correa de transmisión es implacable. Los bancos no pueden mantenerse al margen del endeudamiento excesivo de las empresas, y Fortis lo puso de manifiesto ayer. Cambiar previsiones en tres meses dice poco del equipo gestor. Pero los motivos de fondo que llevarán a Fortis a ganar un 5% menos son extrapolables a otras entidades.
Al fin y al cabo, la entidad sufrirá por la dotación de mayores provisiones para cubrir amortizaciones de créditos impagados y menos negocio de banca de inversión. Ya se ha comentado en ocasiones que los préstamos fallidos alcanzarán máximos durante esta crisis. Y la sequía en la industria de la banca de negocios está a la vista de todos. A estas certezas hay que sumar una dosis de incertidumbre cuya fuente es, para variar, la enronitis.
En buena lógica, si las empresas están más endeudadas de lo que parece, o sus cuentas están falseadas, la salud financiera es peor de lo que se pensaba. Entonces, continuando el razonamiento, la calidad crediticia es menor, y la mora, de mayor tamaño.
Hay otra causa más subjetiva. Los bancos son la maquinaria del sistema y si uno piensa que el juego está trucado, lo primero que venderá será banca. Asimismo, las tintas se han cargado contra los medios durante el escándalo Enron, lo que ha perjudicado la percepción en el mercado de este sector.
Como siempre, la sangre no llegará al río. Hasta dónde llegue la corrección del sector dependerá de si se dan más casos como el de Enron, o de si las agencias de calificación de riesgo prolongan más tiempo las rebajas sobre las telecos.
Pero la banca, ya sea por reducción de personal o por contracción del crédito, terminará por recuperarse. Aunque en situaciones como ésta uno piensa en Japón, de momento no hay datos que permitan comparar. Será mejor esperar y ver.