Los italianos abandonan la Bolsa para comprar viviendas
La crisis internacional ha llevado a un mayor número de italianos a decantarse por la adquisición de viviendas como método más seguro de inversión a la hora de decidir qué hacer con su dinero, mientras que, por el contrario, en el último año ha descendido considerablemente la confianza en la Bolsa.
El Centro Oficial de Estudios de Inversiones Sociales (Censis) publicó ayer un informe que señala la tendencia creciente de los italianos a refugiarse en inversiones de renta fija y en la compra de inmuebles frente al abandono de las inversiones de renta variable.
Basado en 1.500 entrevistas, el estudio indica que ha bajado el interés por la renta variable (-1,9%), mientras sube por la renta fija (+2,2%) y los inmuebles (+0,6%).
Sobre estos últimos, el interés es más como inversión segura que como vivienda habitual o segunda residencia, ya que el 39,7% de las familias consultadas tiene necesidad de la casa, mientras el 60,3% presta más atención al componente económico de la inversión. A la hora de plantearse la compra de una casa, la cifra media indicada es, como máximo, de 150.000 euros (casi 25 millones de pesetas), que se financian al 50% con un préstamo y el resto, en metálico.
Ello ha traído consigo un mayor movimiento del mercado inmobiliario, que se ha traducido en el hecho de que durante 2001 las transacciones han aumentado el 8%, lo que ha afectado a los precios.
Entre 1999 y 2001 el coste de las viviendas particulares ha subido un 17%, mientras que el de las oficinas se ha incrementado el 14,1%, tendencia que previsiblemente seguirá este año, informa Efe. Este dato fue difundido ayer por una asociación del sector inmobiliario, que incide en cómo la desconfianza de los ciudadanos por la evolución de los mercados financieros lleva a un mayor interés por la compra de viviendas.
Consumo privado
Estas cifras se dieron a conocer en la misma fecha que otro estudio, según el cual la confianza de los consumidores italianos en este mes de febrero ha mejorado sobre los datos del mes de enero, alcanzando el nivel más alto en este mes de la última década. Según el estudio realizado, que basa sus conclusiones en más de 2.000 encuestas a hogares, el índice ha aumentado desde 124,4 puntos de enero hasta 126,0. 'Los consumidores se muestran particularmente optimistas acerca de su situación financiera y sobre su capacidad para adquirir grandes bienes o incluso para ahorrar', según señalan las conclusiones del mencionado estudio.
Además, los italianos se muestran confiados en la evolución de la economía en el corto y medio plazo y no temen los repuntes puntuales de la inflación. La economía italiana, la tercera más poderosa de toda la zona euro, ha comenzado a recuperarse en los últimos meses, especialmente gracias al aumento de la confianza de los consumidores detectado desde el pasado mes de octubre, así como la recuperación de los índices de actividad de la industria.
Por su parte, la Asociación italiana de la banca (ABI) solicitó ayer a las autoridades monetarias prorrogar hasta el próximo 30 de junio el plazo para poder cambiar las liras por euros en todas las oficinas bancarias. La decisión se justifica en la posibilidad de ofrecer a comerciantes y ciudadanos un mejor servicio, evitándoles el tener que dirigirse a las sucursales del Banco de Italia, según explicó el presidente de la ABI, Maurizio Sella.
En el calendario fijado en Italia para la entrada en vigor de la moneda única, el periodo de doble circulación finaliza el próximo 28 de febrero. A partir de entonces, las liras sólo se podrán cambiar en las oficinas del Banco de Italia hasta el año 2012.
Déficit comercial récord en Reino Unido
La balanza comercial de Reino Unido registró un déficit de 55.000 millones de euros (33.632 millones de libras esterlinas) en 2001, lo que supone una cantidad récord y un aumento del 12% respecto al saldo negativo del año 2000, según los datos anunciados ayer por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
Las exportaciones británicas avanzaron un 1,3% en 2001 y totalizaron 311.753 millones de euros (190.632 millones de libras), mientras que las importaciones alcanzaron un valor de 366.754 millones de euros (224.264 millones de libras), un 2,8% más.
Por otra parte, la balanza comercial británica al margen del petróleo se saldó con un déficit de 64.000 millones de euros (39.135 millones de libras esterlinas), un 6,7% más que en 2000.
En diciembre, el comercio exterior de Reino Unido generó un saldo negativo de 85.203 millones de euros (3.182 millones de libras esterlinas), lo que significa un incremento del 12% respecto a las cifras del mes de noviembre.