Caixa Catalunya prevé volver a ser la tercera caja por beneficios en 2004
Caixa Catalunya ha puesto en marcha un plan de crecimiento para recuperar el nivel de beneficios que corresponde a su volumen. En 2000, la entidad fue la tercera caja por recursos totales, pero la undécima por beneficios. Por otra parte, el director general, José María Loza, descartó una posible fusión con las cajas de Girona y Tarragona.
El plan de crecimiento elaborado por Caixa Catalunya, con el apoyo de Boston Consulting, pretende mejorar la rentabilidad de la entidad. Según declaró el director general, José María Loza en una entrevista a Cinco Días, 'hemos de recuperar los resultados que nos corresponde por nuestro volumen de negocio'.
Según los datos del anuario de la Confederación Española de Cajas de Ahorro referidos al ejercicio 2000, Caixa Catalunya era la tercera caja española por recursos totales, por detrás de La Caixa y Caja Madrid.
Sin embargo, en el apartado de rentabilidad, los beneficios netos de Caixa Catalunya situaban a la entidad en el lugar undécimo, por detrás de entidades como la Kutxa, Bancaja, Unicaja o Caixa Nova.
'Aunque no tenemos datos definitivos en 2001 ya nos hemos situado séptimos u octavos por rentabilidad y el objetivo es seguir mejorando en los próximos tres años', explicó Loza.
Para el director general, que asumió su cargo a finales de 1998, 'hasta ahora hemos sido un bebé que ha tenido que ir al médico y nos faltaba capacidad, pero hemos ajustado los desequilibrios que teníamos, hemos apostado más por el negocio minorista y hemos realizado grandes cambios en nuestro balance. Ahora podemos poner en marcha un proyecto más ambicioso'.
El plan trienal 2002-2004 tiene como objetivo 'mejorar la rentabilidad y el volumen de negocio por empleado'. Para lograrlo 'hemos de ser más eficientes en rentas medianas y altas, ya que actualmente sólo entre un 15% y un 20% de nuestros clientes están en ese segmento, muy por debajo de la media de otras entidades', argumentó Loza. 'Se trata únicamente de colocarnos en la media del sector', puntualizó.
El segundo pilar del crecicimiento es el mercado de las medianas y grandes empresas. 'El año pasado nos fue muy bien en la acción comercial directa que realizamos sobre las pymes, con un aumento interanual del 20%. Ahora ese esfuerzo lo hemos de dirigir a empresas de mayor tamaño', adelantó el director general.
Durante 2001, Caixa Catalunya financió empresas (mediante créditos, cuentas de crédito y factoring) por valor de 1.743 millones de euros (290.000 millones de pesetas), según datos de la propia entidad. Esta cifra, incluyendo el descuento comercial, se elevó a 4.447 millones (740.000 millones de pesetas).
Loza rechazó de plano una fusión de Caixa Catalunya con las otras dos cajas catalanas controladas por las diputaciones: Caixa Girona y Caixa Tarragona. 'Es un rumor recurrente, pero no es posible y por eso Caixa Girona está invirtiendo en una nueva sede y Tarragona también está realizando inversiones en su mejora'.
Fusiones
Además del crecimiento previsto, la entidad también aplicará medidas de contención de costes. 'Hasta ahora hemos sido una caja muy dirigida a productos y en este momento hemos de ajustar esos productos, no cambiarlos', señaló Loza.
La filial ITC, participada en un 49% por la consultora Accenture, es la responsable de elaborar nuevos productos. 'ITC ya no nos facturará tantas horas adicionales, por lo que dispondrá de capacidad para trabajar para un tercero y por eso estamos buscando clientes'. ITC cuenta con una plantilla formada por 250 trabajadores.
Los recortes también afectarán a los gastos generales. 'Hemos creado unidades de eficiencia y costes, de forma que en el presupuesto de 2002 nuestros gastos de administración, sin costes laborales, bajarán por primera vez respecto a 2001', argumentó Loza.
En el área de seguros, Caixa Catalunya prevé fuertes incrementos del negocio tanto en la filial Ascat Vida como en la correduría de seguros.
'Tras vender Multinacional Aseguradora (MNA) a Catalana Occidente, hemos logrado integrar a unos 200 trabajadores que nos quedamos dentro de Ascat Vida y es el momento de empezar a rentabilizar esa incorporación', aseguró Loza.
En cuanto a los planes para la red comercial, 'nuestra intención es que en el año 2004 contemos con 1.020 oficinas'.
Además, el grupo Caixa Catalunya pretende incrementar su cartera de participadas. 'Buscamos tres o cuatro empresas en las que invertir 1.000 o 1.500 millones de pesetas. No se trata de grandes participaciones como las de Repsol o Acesa, donde tenemos invertidos 457 millones de euros (76.000 millones de pesetas) que nos dan una rentabilidad del 12%. Esa vía de crecimiento se nos comería nuestros recursos propios', descartó el director general.
Serra Ramoneda quiere seguir como presidente
Antoni Serra Ramoneda es el vigésimo primer presidente desde la fundación de Caixa Catalunya hace 75 años y preside la caja desde 1984. Tras 18 años de mandato, en los últimos meses han aparecido rumores tanto sobre su salida de la entidad como de los futuros candidatos a sustituirle. Según el director general de Caixa Catalunya, José María Loza, los rumores tienen poca credibilidad y, 'hasta donde yo sé, Serra Ramoneda continuará desempeñando su cargo'.
El actual presidente renovó su mandato en el año 2000 por un periodo de cuatro años. En aquella fecha también se especuló mucho sobre su sustitución, ya que su renovación coincidió con la salida de la entidad del anterior director general, Francesc Costabella, por el denominado caso Multinacional Aseguradora. Sin embargo, Serra Ramoneda no sólo no se marchó, sino que ha sido durante el último trienio el principal defensor de la gestión de José María Loza al frente de la caja.
Según señaló el propio Serra Ramoneda, su intención es acabar el mandato, pero 'yo estoy a disposición de lo que decidan mis compañeros del consejo'. La asamblea de la caja, que nombra al consejo de administración, está formada por 160 consejeros, de los que 59 los nombran los impositores, 56 la Diputación de Barcelona -controlada por los socialistas-, 25 las corporaciones locales y 20 los representantes del personal. La reunión de la asamblea se ha adelantado este año a marzo para 'acercarla más al cierre del ejercicio', explicó.