Telecom Italia registró el año pasado las primeras pérdidas en dos décadas
El ejercicio de 2001 pasará a la historia como uno de los peores años para las operadoras de telecomunicaciones. Los fuertes castigos bursátiles han sido sólo un anticipo y la constatación llega con cada publicación de resultados. Ayer, el ejemplo fue Telecom Italia, que registró en 2001 las primeras pérdidas en dos décadas, después de sanear el balance con un ajuste del valor de sus activos que se ha llevado 3.800 millones de euros (632.266,8 millones de pesetas) de las cuentas.
Marco Tronchetti está decidido a limpiar el legado que heredó de Roberto Colaninno. El nuevo presidente de Telecom Italia ha decidido ajustar el valor de varios activos de la telefónica, en una operación que sanea las cuentas, pero que tiene como resultado las primeras pérdidas en 20 años.
La compañía, propiedad de Pirelli y Benetton, ha devaluado en 3.800 millones de euros sus activos, entre ellos, el de la compañía brasileña de Internet Globo.com, comprada por Colaninno. æpermil;sta y otras actuaciones son las culpables de que Telecom Italia termine el año con números rojos, según aseguró ayer Tronchetti, aunque todavía no se han definido cuántos.
Pero la devaluación también tiene un aspecto positivo, porque mejora las posibilidades de vender estos activos. Y es que Tronchetti no sólo está ajustando el valor de las compras realizadas por su predecesor, Colaninno, sino que también pretende deshacerse de ellos.
El ex presidente de Telecom Italia llegó a la operadora justo cuando estalló el boom de las telecomunicaciones y cuando la consigna era comprar y crecer a cualquier precio. Pero los tiempos han cambiado drásticamente. Los activos adquiridos han perdido buena parte de su valor y la meta ahora es reducir deuda.
Eso ha hecho Tronchetti, que, por ejemplo, ha salido de Auna y ha abandonado su posición en España. Este movimiento forma parte del plan de Telecom Italia de conseguir 8.000 millones de euros (831.930 millones de pesetas) con la venta de activos.
Las pérdidas se producen a pesar de los buenos resultados operativos, de los extraordinarios por venta de activos y de la reducción de deuda. La facturación de la telefónica italiana creció un 13,2% el año pasado, hasta los 30.800 millones de euros (5,1 billones de pesetas), un poco por debajo de lo esperado por los analistas. Sí cumplió las expectativas, sin embargo, la reducción de deuda, que ha caído hasta los 21.900 millones de euros (3,6 billones de pesetas), frente a los 24.500 millones de euros que tenía en septiembre.
Más reducciones
Y el objetivo es ir aún más allá. Tronchetti adelantó ayer un plan industrial y financiero a tres años, con el que pretende dejar la deuda en 15.000 millones de euros al cierre de 2004. La primera reválida la tendrá que pasar este año, para el que ha prometido reducir el endeudamiento hasta los 18.300 millones de euros. Para cumplir estos objetivos, Telecom Italia seguirá vendiendo activos.
La reducción de deuda es el único plan ambicioso a los que se ha comprometido. En el resto apuesta por la moderación. Por ejemplo, el Ebitda (flujo de caja operativo) de la compañía creció un 12,3%, hasta 13.700 millones de euros en 2001, pero para el trienio 2002-2004 prevé un tímido crecimiento, que oscilará entre el 5% y el 5,5%.
El programa también contempla unas inversiones de 16.000 millones de euros (2,7 billones de pesetas) y un ahorro de costes de 2.000 millones de euros, que se conseguirá por la vía de la eficacia en la gestión.
El plan trianual anunciado por Tronchetti fue muy bien recibido por los analistas y el mercado, y la subida en Bolsa del 3,3% lo demuestra.
Aunque no forma parte del programa a tres años, también contribuyó a alentar los ánimos la promesa de Telecom Italia de que repartirá dividendo este año a pesar de las pérdidas, con lo que resolvió una duda que pesaba entre los inversores. Sin embargo, los expertos se mostraron sorprendidos por la moderación en las previsiones de crecimiento, que se sitúan justo en la mitad de las anunciadas por Colaninno hace sólo un año.