Un billón de pesetas huye hacia los Fiamm
Cerca de un billón de pesetas se ha refugiado en los fondos monetarios, los Fiamm, en los últimos cuatro meses, reflejo de la actitud marcadamente defensiva que han adoptado los inversores desde el 11-S. El dinero también se ha ido hacia los fondos de renta fija a corto plazo.
La huida de ahorro desde los fondos de riesgo hacia los fondos de perfil defensivo ha sido espectacular en los últimos meses, proceso acelerado a partir del 11-S, cuando la crisis bursátil y de los mercados ocasionada por los atentados terroristas provocó una reconsideración de las actitudes de los inversores, reforzando las estrategias de carácter defensivo.
Desde los últimos días de septiembre hasta esta semana, el patrimonio de los fondos monetarios ha aumentado en 950.000 millones de pesetas, cerca de 6.000 millones de euros. Y el ahorro que se ha refugiado en los fondos de renta fija a corto plazo supera ligeramente los 605.000 millones de pesetas.
En conjunto, 1,5 billones de pesetas, una vez descontado el valor de las revalorizaciones de activos, se han desplazado desde los fondos de renta variable y de otros tipos, incluso garantizados, hacia los fondos que presentan garantías de seguridad y rentabilidad, básicamente los Fiamm. También dinero nuevo que ha entrado en algunos fondos ante la ausencia de otras alternativas de inversión con expectativas fructíferas.
Bajas rentabilidades
La reacción defensiva de los inversores no está resultando positiva para el rendimiento de sus ahorros. Los fondos monetarios y los de renta fija presentan en estos momentos unas rentabilidades acumuladas medias en lo que va de año de apenas un 0,25% en el mejor de los casos. En algunos fondos individuales, las rentabilidades se acercan o superan el 1%, pero son casos muy aislados.
Al ritmo actual de las rentabilidades de este tipo de fondos, la posibilidad de que se sitúen a finales de año en rendimientos reales positivos (es decir, por encima de la inflación) pueden ser bastante escasas, aunque la tasa de inflación se está moderando de forma gradual en los últimos meses.
La mala racha de la Bolsa en el mes de enero y los comienzos no muy favorables de febrero han empujado a bastantes inversores hacia los fondos de perfil más defensivo. Las previsiones favorables que manejan muchos analistas para la renta variable no acaban de calar en el mercado, ya que la realidad las desmiente de forma más habitual de la deseable. La caída de un 4% adicional en las Bolsas durante la semana pasada ha incidido en la desconfianza de los inversores, que mantienen su alejamiento de las Bolsas y su preferencia por los fondos más seguros.
La liquidez que hay ahora mismo en el mercado ha aumentado de grado en los últimos meses. Unos 65.000 millones de euros, más de 10,9 billones de pesetas, es el valor actual del ahorro que han refugiado en los fondos monetarios y en los de renta fija a corto plazo.
A esta cifra se pueden añadir los patrimonios de los fondos garantizados, unos 6,6 billones de pesetas, y los 2,15 billones de pesetas en fondos de renta fija a largo plazo, aunque en estos últimos el nivel de volatilidad de las rentabilidades es superior a las restantes categorías de la renta fija. La s rentabilidades positivas en los fondos de renta variable son escasas y, además, se han visto recortadas en los últimos días ya que los reajustes de cotizaciones bursátiles han sido muy amplios y han afectado a todos los segmentos de los mercados. Incluso a los fondos especializados en mercados emergentes y en algunos apartados del sector tecnológico, como el de aquellos fondos que están concentrados en las empresas más cíclicas del mundo tecnológico.
Al cierre de la semana pasada, el número de fondos con rentabilidades superiores al 4% era tan sólo de 17 fondos y ninguno había logrado conservar los rendimientos superiores al 10% de semanas anteriores. Las rentabilidades positivas por encima del 3% afectan a un grupo muy reducido de fondos, tan sólo 29.
El mencionado reajuste de valoraciones ha sido muy generalizado en el curso de la semana pasada y ha afectado a todos los mercados bursátiles. No obstante, los fondos especializados en países emergentes, en especial los que han puesto sus miras en los países del Este de Europa, conservan intactas sus expectativas de crecimiento.
En la zona de pérdidas, nada menos que 680 fondos registran a estas alturas del año pérdidas acumuladas superiores al 3% y hay ya 24 fondos en los que el deterioro se traduce en caídas superiores al 10% de su valor de finales del pasado año.
Las Bolsas euro, las peores
Las pérdidas que acumulan en el primer mes y una semana transcurridos del año 2002 los fondos de renta variable se han hecho más intensas en los fondos de renta variable de la zona euro, con caídas superiores al 6,3% de media. Aunque la Bolsa española ha sido una de las peores en estos primeros momentos del año 2002, debido al mayor impacto de la crisis argentina en los grandes valores españoles, los fondos que actúan en el escenario del Euro Stoxx 50, principal índice europeo de referencia para la renta variable, superan en torno a un punto las pérdidas de los fondos que actúan en la Bolsa española, cuya pérdida media es del orden del 5,3% desde el principio de año.
Biotecnología, mal año
Los fondos especializados en compañías biotecnológicas están siendo este año los más castigados, en rivalidad muy cerrada con buena parte de los fondos especializados en empresas de tecnología. La biotecnología ha sido uno de los sectores que más y mejores rendimientos aportó a los inversores en los tres últimos años, aunque desde mediados del pasado ejercicio su buena estrella ha comenzado a declinar debido a algunos problemas sectoriales. Hay en estos momentos 24 fondos con pérdidas superiores al 10%. Los tres más afectados son fondos biotecnológicos y algunos de los más afectados son del sector de medios.
Los líderes, en la renta variable
El abanico de fondos que han logrado ganancias en las primeras semanas del año no es muy amplio, ya que una parte sustancial gira en torno a los fondos que invierten en mercados emergentes, con especial dedicación en los países del Este europeo. Pero hay algunos otros fondos especializados en segmentos muy cortos de la renta variable, como el inmobiliario, los pequeños valores y en compañías fabricantes de semiconductores, que cuentan con algunos fondos bien representados en las listas de éxito del año en curso. Sus ganancias son aún modestas, en torno al 4%.