La Bolsa española cierra enero como la peor de Europa al retroceder un 4,13%
El Ibex subió ayer un 0,38% con un volumen de negocio flojo, lo que desvela la ausencia del inversor final. El cierre sitúa el índice como el peor de los países europeos en enero tras una caída acumulada del 4,13%. La crisis argentina, los resultados empresariales y el efecto Enron fueron las claves del mes.
El Ibex cierra enero con un descenso del 4,13%, porcentaje que tan sólo fue superado en el mismo mes de 2000 (-6,93%) y 1990 (-5,28%).
El balance deja la Bolsa española con la peor posición con respecto a la de otros países europeos. Las pérdidas también se han extendido en el Dax alemán (1,02%), el Mibtel italiano (0,84%) y el Footsie británico (1%). El Cac parisino ha sido el segundo peor de la región, con un retroceso del 3,51%.
La desventaja del Ibex se ha producido por el estallido de la crisis argentina, que venía coleando desde hace meses. La devaluación del peso y las medidas económicas adoptadas por el nuevo Gobierno provocaron un auténtico caos en el país andino. Las empresas españolas con intereses allí, como Telefónica, los grandes bancos o Repsol, lo acusaron.
Pero el Ibex tampoco escapó a la debilidad de Wall Street. Los resultados empresariales presentados por la mayoría de las empresas han sido malos, aunque mejores de lo esperado. Greenspan confirmaba que la economía estadounidense se encontraba en recesión, aunque más tarde demostró un relativo optimismo.
La guinda la puso Enron. La quiebra de una de las primeras empresas de EE UU ha despertado nuevas especulaciones de fraudes contables en otras compañías como Williams o Tyco. Las empresas estadounidenses tampoco están ajenas a la responsabilidad que puede derivar sobre las empresas por la utilización de amianto.
La desconfianza que reina en el mercado quedó constatada ayer con el rumbo que tomaron las Bolsas. El escenario era propicio para las subidas. EE UU anunciaba la víspera una sorprendente subida del 0,2% del PIB en el cuarto trimestre de 2001, mientras Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, mantenía el precio del dinero en el 1,75%. La recesión, por tanto, parecía haber tocado fondo. Y así lo interpretó Wall Street, que recibió con ganancias sonadas ambas noticias.
Europa, por el contrario, vivió una jornada de inestabilidad. Las ganancias superaban el 1% durante la mañana. Las cotizaciones dieron un giro radical en el momento que se conoció el indicador estadounidense que mide el gasto de los consumidores. Cayó un 0,2% frente al 0,1% que se esperaba. Para los analistas, estos datos sugieren que el insólito crecimiento del PIB podría sufrir una revisión a la baja.
El Ibex subió ayer un 0,38% con un volumen escaso. Se negociaron 1.390 millones de euros frente a los 1.900 millones de media de sesiones anteriores. Llegó a ganar hasta un 1,5% y entre el máximo y el mínimo del día osciló un 1,6%. La misma evolución dibujó el resto de las Bolsas.