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Eslovaquia

El filón de la industria mecánica

La estructura económica de Eslovaquia está caracterizada por una marcada participación de la industria pesada y del procesamiento de materias primas y productos agrícolas. Estos sectores son los que en mayor medida contribuyen al producto interior bruto (PIB) del país, además de ser los grandes protagonistas del flujo de las exportaciones.

Las inversiones en este país han estado estrechamente relacionadas con el proceso de privatización de las empresas estatales, iniciado a principios de los noventa. Hoy en día, continúa esta tendencia, aunque no de una forma tan directa, es decir, los capitales extranjeros se dirigen a solventar las carencias de esas empresas privatizadas.

En este aspecto, lo más importante es que muchas empresas ya han empezado a reestructurar y modernizar su equipamiento y sus tecnologías, proceso que ofrece un gran potencial para la inversión extranjera. Así, la red empresarial del país necesita optimizar los bienes de capital fijo, los sistemas de información y comunicación, los servicios financieros, los artículos y servicios medioambientales, los conocimientos en cuanto a dirección de empresas y a procesos de producción, además del acceso a la tecnología y las redes de los mercados occidentales, entre otras áreas.

Por lo tanto, la reorganización de la compañía en todos los aspectos de la actividad empresarial constituye de esta forma el principal negocio, pues abarca a todos los sectores de la economía.

Con todo, hay que decir que la industria mecánica eslovaca es la que mayor potencial de desarrollo presenta, según apuntan los informes y estudios realizados por diversas instituciones nacionales e internacionales, como son el Ministerio de Economía de Eslovaquia o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo de la Economía (OCDE). La mayoría de las empresas de este sector ya ha superado la fase de la privatización. Tras la reorganización del accionariado, los representantes de estas firmas reivindican al Gobierno central que promueva políticas para incentivar la llegada de socios extranjeros o inversores estratégicos.

La intención del nuevo sector empresarial recién privatizado es que esta industria pueda competir en el nuevo contexto internacional en el que trabajará el país tras su ingreso en la Unión Europea. Un ejemplo claro de estos problemas es US Steel Kosice, la mayor compañía siderúrgica del país, que tiene más de 15.000 empleados y está teniendo verdaderos problemas para adaptar su producción al mercado exterior, ya que tan sólo exporta un 33% de los 4,8 millones de toneladas de acero que produce anualmente.

Dentro de este segmento, los informes han descubierto una vía de acceso en el que las empresas españolas pueden entrar a participar de manera activa: se trata de desarrollar la cooperación empresarial en la entrega de componentes para diversos clientes extranjeros.

No obstante, y a pesar de que en los últimos años se ha fomentado la dinámica de las inversiones en esta esfera económica, su crecimiento continúa siendo insuficiente, pues los recursos propios de las empresas difícilmente pueden equilibrar el déficit heredado que supuso la transición de la economía comunista a la de mercado.

Los citados informes señalan a la industria de la electrónica como una de las que mejores perspectivas ofrecen para la introducción de inversores extranjeros. Por otro lado, esta industria precisa de un verdadero impulso en su desarrollo, competitividad y exportaciones, para lo que también se espera el apoyo de los inversores foráneos. Hasta el momento, el capital extranjero ha venido localizándose en la producción de haces de cables para la industria automovilística, aunque el mayor aporte tecnológico corresponde a las empresas de telecomunicaciones y a las que se dedican a producir cables y motores eléctricos.La estructura económica de Eslovaquia está caracterizada por una marcada participación de la industria pesada y del procesamiento de materias primas y productos agrícolas. Estos sectores son los que en mayor medida contribuyen al producto interior bruto (PIB) del país, además de ser los grandes protagonistas del flujo de las exportaciones.

Las inversiones en este país han estado estrechamente relacionadas con el proceso de privatización de las empresas estatales, iniciado a principios de los noventa. Hoy en día, continúa esta tendencia, aunque no de una forma tan directa, es decir, los capitales extranjeros se dirigen a solventar las carencias de esas empresas privatizadas.

En este aspecto, lo más importante es que muchas empresas ya han empezado a reestructurar y modernizar su equipamiento y sus tecnologías, proceso que ofrece un gran potencial para la inversión extranjera. Así, la red empresarial del país necesita optimizar los bienes de capital fijo, los sistemas de información y comunicación, los servicios financieros, los artículos y servicios medioambientales, los conocimientos en cuanto a dirección de empresas y a procesos de producción, además del acceso a la tecnología y las redes de los mercados occidentales, entre otras áreas.

Por lo tanto, la reorganización de la compañía en todos los aspectos de la actividad empresarial constituye de esta forma el principal negocio, pues abarca a todos los sectores de la economía.

Con todo, hay que decir que la industria mecánica eslovaca es la que mayor potencial de desarrollo presenta, según apuntan los informes y estudios realizados por diversas instituciones nacionales e internacionales, como son el Ministerio de Economía de Eslovaquia o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo de la Economía (OCDE). La mayoría de las empresas de este sector ya ha superado la fase de la privatización. Tras la reorganización del accionariado, los representantes de estas firmas reivindican al Gobierno central que promueva políticas para incentivar la llegada de socios extranjeros o inversores estratégicos.

La intención del nuevo sector empresarial recién privatizado es que esta industria pueda competir en el nuevo contexto internacional en el que trabajará el país tras su ingreso en la Unión Europea. Un ejemplo claro de estos problemas es US Steel Kosice, la mayor compañía siderúrgica del país, que tiene más de 15.000 empleados y está teniendo verdaderos problemas para adaptar su producción al mercado exterior, ya que tan sólo exporta un 33% de los 4,8 millones de toneladas de acero que produce anualmente.

Dentro de este segmento, los informes han descubierto una vía de acceso en el que las empresas españolas pueden entrar a participar de manera activa: se trata de desarrollar la cooperación empresarial en la entrega de componentes para diversos clientes extranjeros.

No obstante, y a pesar de que en los últimos años se ha fomentado la dinámica de las inversiones en esta esfera económica, su crecimiento continúa siendo insuficiente, pues los recursos propios de las empresas difícilmente pueden equilibrar el déficit heredado que supuso la transición de la economía comunista a la de mercado.

Los citados informes señalan a la industria de la electrónica como una de las que mejores perspectivas ofrecen para la introducción de inversores extranjeros. Por otro lado, esta industria precisa de un verdadero impulso en su desarrollo, competitividad y exportaciones, para lo que también se espera el apoyo de los inversores foráneos. Hasta el momento, el capital extranjero ha venido localizándose en la producción de haces de cables para la industria automovilística, aunque el mayor aporte tecnológico corresponde a las empresas de telecomunicaciones y a las que se dedican a producir cables y motores eléctricos.

El suculento negocio energético

 

Actualmente, el Gobierno de Eslovaquia está preparando la privatización del sector energético, procedimiento que supone la reestructuración y la consiguiente privatización de los monopolios naturales en el marco de la industria energética. En el proyecto de reforma están incluidas Transpetrol, la Industria de Gas Eslovaca y las empresas electroenergéticas.

 

 

 

 

 

 

 

Las oportunidades de negocio que se presentan en esta rama se centran en la energía nuclear. De un lado se ha planeado la clausura de la central nuclear V-1 en Bohunice, de algunos bloques de las centrales térmicas y de otras fuentes de energía en desuso, en una primera fase hasta 2006 y en otra posterior hasta 2008.

 

 

 

En el año 2000, el Gobierno ofreció la posibilidad de buscar potenciales inversores interesados en finalizar la renovación del tercer y cuarto bloque de la central nuclear en Mochovce. En este caso, se habla de una inversión de 45.500 millones de coronas (1.046 millones de euros) a las que hay que sumar los 15.000 millones de coronas (348 millones de euros) ya gastados.

 

 

 

Por otro lado, el Ministerio de Hacienda mantiene la opinión de que después de reestructurar, privatizar y, sobre todo, liberalizar los precios de la electricidad, el propio mercado se encargará de señalar la necesidad de invertir en la construcción de nuevas centrales eléctricas, aun después de cerrar las fuentes ya mencionadas, o si será más conveniente comprar la electricidad en el extranjero o incluso estudiar la posibilidad de centrales de ciclo combinado.

 

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