Los analistas estiman que el PIB crecerá un 2%, por debajo de la previsión oficial
Eso opina la mayoría de los analistas, dada la rigidez de los mercados de bienes en la UE y la lentitud con que transmiten las señales. Para España prevén un crecimiento de sólo el 2% este año. El elevado grado de incertidumbre que pesa sobre la economía internacional hace difícil realizar previsiones con un mínimo de rigor.
A pesar de todo, los analistas confluyen en un balance moderadamente optimista sobre la situación, aunque advierten que aún es pronto para hablar de recuperación.
En el caso de la economía española, ésta se encuentra en una fase claramente descendente, sin que aún se vislumbren signos de cambio de ciclo. 'La desaceleración que veníamos experimentando desde el segundo semestre de 2000 se agrava, aunque no creemos que haya perspectivas de entrada en recesión ni que se vaya a destruir empleo', admiten fuentes de la patronal CEOE y de las Cámaras de Comercio.
Los últimos datos oficiales de contabilidad nacional que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística se refieren al tercer trimestre de 2001, en el que la economía española frenó su crecimiento hasta el 2,6%. 'Creemos que en el cuarto trimestre de 2001 el PIB sufrió una nueva desaceleración, hasta el 2,3%; para este año esperamos una tasa media cercana al 2,1%, con un primer semestre muy flojo y una recuperación en la segunda parte del año', comenta a este periódico Ana García, del gabinete de Estudios de Caja Madrid.
La consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC), en su boletín macroeconómico del primer trimestre del año, admite que ha pasado la 'opinión catastrofista' provocada por los atentados del 11-S y que parece estar llegando el final del túnel. Sin embargo, advierte que las expectativas de empeoramiento del crecimiento siguen siendo mayoritarias en casi todos los sectores, a excepción de las comunicaciones, la agricultura y el sector financiero, donde continúan predominando las expectativas de un crecimiento estable.
La opinión respecto a los incrementos salariales parece claramente influida por el acuerdo de pacto social, firmado por la patronal y los sindicatos. Así, se ha producido un claro desplazamiento a la baja de las subidas salariales que se negociarán en convenio. Una mayoría de los encuestados (46% del total) en el Consenso Económico de PwC cree que para 2002 el incremento no superará el 3%.
Aunque hay consenso en cuanto a la moderación salarial para este año, la evolución económica se debe también a otras muchas variables. Federico Prades, de la Asociación Española de la Banca (AEB), cita como claves de la desaceleración la madurez del ciclo económico, en expansión desde 1995, la desaparición de los efectos expansivos de la política tributaria, como la rebaja del IRPF de 1999, y el deterioro exterior, fruto del parón económico en Europa y Estados Unidos.
'Creemos que la economía española crecerá en torno al 2% este año -cuatro décimas menos de los previsto por el Gobierno-, con un cambio de tendencia en la segunda parte del ejercicio. Pero todo dependerá de la recuperación de EE UU, ya que se está demostrando que la UE es incapaz de tomar el relevo de la locomotora mundial', añade Prades a Cinco Días.
Los últimos datos sobre Alemania invitan al optimismo. El índice de confianza empresarial del país germano se elevó en enero, después de varios meses de caída, con lo que se ven indicios de recuperación en la primera economía de la zona euro. Sin embargo, es muy pronto para lanzar las campanas al vuelo. Berlín ya ha adelantado que la economía germana, principal destino junto a Francia de las exportaciones españolas, apenas creció un 0,6% en 2001, y es muy posible que el déficit público se eleve hasta cerca del 3% del PIB.
Además, no está clara la evolución en España de algunos indicadores como la inversión, especialmente la de bienes de equipo, en tasas negativas desde hace meses. Otro indicador a vigilar es el consumo, sobre todo el efecto del blanqueo de dinero negro con la introducción física del euro. La inflación es otra variable a seguir. El Gobierno ya ha reconocido el impacto en el IPC del redondeo de precios.